La investigación se inició tras recibirse una denuncia del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados, en la que se informaba que se había detectado que un usuario de una aplicación había distribuido varios archivos, tanto fotografías y vídeo de claro contenido de abuso sexual infantil.
Tras diversas gestiones se logró identificar al titular de las líneas desde las que el usuario investigado había compartido los archivos pedófilos, así como localizar el domicilio de instalación de la línea, que en un primer momento se situaba en Barcelona, aunque durante la investigación, el presunto autor trasladó su residencia a Cala Rajada.
Con el objeto de comprobar los hechos investigados, agentes del grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos en Palma, procedieron a registrar su domicilio interviniendo diverso material de almacenamiento informático donde se localizaron archivos de contenido pedófilo.
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