El alcalde de Palma, José Hila, y el regidor de Educación y Política Lingüística, Llorenç Carrió, han presidido el acto, al que ha asistido el conseller de Educació i Formació Professional, Martí March. También han participado la nieta del regidor y profesor Docmael López, Marisa López; el historiador y profesor del IES Ramon Llull Biel Alomar; y el maestro e inspector Pere Carrió, además de representantes sindicales.
Por su parte, Marta Elka y Toni Pastor han puesto música a la ceremonia, durante la cual también se ha realizado una ofrenda de claveles.
El edil de Educación, Llorenç Carrió, ha destacado que el prestigio, dentro y fuera de Mallorca, y el reconocimiento social de los profesores e inspectores provocaba que estas personas fueran "especialmente detestadas por los depuradores".
UN EMPLAZAMIENTO CON PROFUNDAS REMINISCENCIAS EDUCATIVAS
Carrió ha remarcado que la placa con los nombres de docentes represaliados supone "un testimonio y un reconocimiento del gran compromiso de las nuevas corrientes pedagógicas". El regidor ha justificado la elección de la plaza del Tubo para colocar la placa por la circunstancia de que en este emplazamiento de Palma coincidieron centros como la Escuela Normal y las escuelas de Comercio y de Artes y Oficios.
Además, cerca de este lugar se hallaban las dependencias del Conservatorio y la Escuela de Trabajo. Precisamente, fue en esta zona de Palma donde se ubicaron las comisiones depuradoras y los tribunales sumarísimos durante la Guerra Civil.
Por su parte, el alcalde de Palma, José Hila, ha subrayado la necesidad de poner en valor el trabajo de estos profesionales de la educación y las consecuencias que tuvo para sus vidas. "El fascismo lo tiene claro: cuando llega al poder siempre ataca a la educación. Y lo hace porque es la principal herramienta de libertad que tiene la ciudadanía", ha afirmado.
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