Nadal sufre pero se planta en "su" final

La historia reciente dice que Rafa Nadal juega y gana la final de Roland Garros, y este año no podía ser menos. De momento ha cumplido con la primer parte y después de deshacerse del número 1 del mundo, Novak Djokovic (6-4, 3-6, 6-1, 6-7 y 9-7 ) ya está clasificado para disputar el título del Grand Slam parisino.

La tarde empezó bien para el mallorquín, que se impuso con cierta facilidad al serbio con un juego simple y seguro. Sin errores. Djokovic por su parte no fue el jugador agresivo que suele desbordar a sus rivales y lo acabó pagando. El segundo set despertó a la fiera serbia y ahora sí, los duros golpes planos acompañados de la presión en la parte alta de la pista pudieron con la rocosa defensa de Nadal, que aunque no bajó en su nivel, no fue suficiente para contrarrestar el de su rival.

Así empezó un partido nuevo a 3 sets, que de salida se inclinó de manera absoluta hacia el lado del mallorquín. Djokovic esta vez si que desapareció por completo. tan solo el último servicio que tuvo sirvió para evitar el "rosco".

Parecía que la pájara era definitiva, pero el serbio, como Nadal, no se rinde ni cuando parece que está acabado, y el cuarto set del partido se mantuvo en el aire hasta los últimos juegos, hasta tener que disputar la "muerte súbita" después que ambos tenistas rompieran el servicio del rival hasta en dos ocasiones. Varios errores seguidos de Nadal dieron una ventaja al serbio que fue definitiva para adjudicarse el cuarto set y llevar el partido hasta el último de los previstos en el torneo.

Ya en el definitivo, Djokovic se mostró más fuerte físicamente que Nadal, que nada más empezar perdió su servicio, aunque no pudo ser definitivo. El partido se fue alargando hasta más allá y al no haber muerte súbita en el quinto set, el partido se decidió en el 16º juego, por 9-7.

Nadal escribe así una nueva página en la historia que el domingo puede rubricar de la mejor manera si consigue el triunfo final.