De estética "poligonera" y "casposa" definían algunos la primera muestra de atuendo para deportistas españoles durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Ante una primera instantánea, nadie parecía convencido. Sin embargo, la versión definitiva aún fusta menos. No hay vuelta atrás y, a juzgar por la imagen, parece que vamos de mal en peor.
Aún peor que la primera, el atuendo masculino se compone de pantalones de vestir en azul intenso con chaqueta roja a juego con los zapatos, estilo mocasines y que además llevan unas hebillas amarillas, camisa blanca y una corbata con el mismo estampado que las faldas de las mujeres. Importante que el sombrerito borsalino no pase desapercibido.
Por su parte, ellas irán vestidas con una blusa amarilla con cuello y lazada en la cintura en rojo, combinando con una falda ligeramente abombada que llega hasta casi los tobillos para dejar a la vista una especie de bailarinas azules y amarillas. En el cuello, pañuelo rojo, y por supuesto no podían faltar detalles como el floripondio en la cabeza y el abanico en la mano, que tanto sabor español aportan al atuendo.
Debemos recordar que, cuando salió la imagen de los uniformes, lo más criticado, a parte de la estética, es que la firma encargada de estos nada acertados diseños era extranjera. Concretamente, la responsable de estas dos catástrofes es la firma Bosco di Ciliegi, de origen ruso.
Allá por el mes de mayo, cuando salió la primera foto, la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME) se apresuró a denunciar esta situación: "En un país como España, con grandes diseñadores y una potentísima capacidad de distribución, no nos parece correcto que se recurra a una empresa rusa".
Y es que, según recalcaban, se había "perdido una ocasión para potenciar la imagen de marca de nuestros productos". Si a esto, además, le añadimos el desastroso diseño al que muchos han calificado de estética "poligonera" y "casposa", el resultado es una bomba de relojería.