En el último suspiro

Hasta el último suspiro. Todo parecía abocado a un empate que no sevía para nada, pero justo cuando la gente pensaba que todo estaba sentenciado y los dos equipos se iban a repartir un punto prácticamente inútil para las aspiraciones de ambos conjuntos, apareció Gio. Siempre Giovanni do Santos. Un remate certero de Hemmed a pase de Pina, es rechazado por el portero del Celta, y el jugador mexicano la envía al fondo de la portería. Era el minuto 93 de partido, y con la pelota entró gran parte de las posibilidades del Mallorca de permanecer en Primera División.

El Mallorca se situa en la clasificación a tan solo 1 punto de la salvación, lugar que ocupa en estos momentos el Granada. A 1 punto de la salvación que ahora parece un poco más cerca.

El partido estuvo casi siempre en los pies del conjunto de Manzano, excepto alguna ocasión generada por el Celta, más por nervios y error del Mallorca que por acierto propio. El Mallorca, sobretodo de manos de Hemmed y Gio, se acercaba a la portería de Javi Varas, aunque no encontraba la fórmula para hacerlo con peligro.

El acecho mallorquinista se traducía en innumerables saques de esquina a su favor, pero sin remate final. Fue ya Gio quien avisó que quería ser el protagonista, y dos lanzamientos de falta casi calcados fueron respondidos magistralmente por el portero del Celta. Esta debía ser la noche de Gio.

Durante todo el partido el mexicano estuvo presente tanto en ataqe como en defensa, arrastrando en buena manera al resto de compañeros en la entrega en un partido de la importancia del que se estaba jugando en el Iberostar Estadio. La segunda mitad transcurrió por los mismos derroteros que la primera, con tímidas llegadas del Mallorca al área del Celta, pero sin llegar a rematar la victoria final. Incluso hubo minutos en los que el conjunto gallego encerró al equipo de manzano en su campo, haciendo temblar a más de uno en su localidad en el estadio. Pero el Mallorca se repuso, aguantó y supo sobreponerse a los nervios y al asedio momentáneo. Y cuando ya todo parecía vendido, apareció el jugador mexicano para enviar la pelota al fondo de la portería y con ella, gran parte de las esperanzas del club bermellón de permanecer un año más en Primera División.