Formentera es un paraíso para el cuerpo y la mente del que podrán disfrutar unos 6.000 deportistas en los dos primeros primeros fines de semana de octubre. Porque la menor de las Pitiusas acoge, en apenas siete días, este sábado y el siguiente, la octava edición del Triatlón Illa de Formentera y la duodécima edición del Medio Maratón Popular de Formentera. Dos pruebas que volverán a poner de relieve las enormes posibilidades de nuestras islas para convertirse en espectaculares escenarios naturales para la realización de eventos deportivos, sociales y culturales en cualquier época del año.
Unas posibilidades que no siempre se han aprovechado en su justa medida por parte de las diferentes administraciones. Porque nuestra comunidad ofrece un potencial enorme para acoger grandes eventos que ayuden a reactivar la economía y dinamizar nuestras islas más allá de los meses principales de verano. Y tras año y medio de parón social y limitación de las relaciones personales y los eventos masivos por culpa de la pandemia, la gente tiene más ganas que nunca de volver a socializar y reencontrarse con la vieja normalidad.
Y qué mejor forma de socializar que hacerlo practicando tu deporte o tu afición favorita, en un lugar fantástico, conociendo gente, compartiendo experiencias y emociones, aparcando estrés y preocupaciones. En definitiva, disfrutando de un momento único. Esta es la suerte que correrán -nunca mejor dicho- los participantes en estas dos pruebas que patrocina el Consell de Formentera. 3.000 participantes en cada una de las pruebas que vienen, en su gran mayoría, de diferentes puntos de la península, para disfrutar de su actividad deportiva favorita, pero, sobre todo, para pasar un fin de semana diferente en Formentera. Y serían el doble o más si las dimensiones de la isla lo permitieran, tal y como reconocen los organizadores.
El resto de islas también celebran pruebas deportivas de diferente índole este mes de octubre, que viene cargado porque muchas se han ido aplazando en el calendario a lo largo de este 2021, a la espera de que mejorara la situación de la pandemia. La Palma Marathon, la Mallorca 312, el IronMan de Alcúdia, el Ibiza Marathon, la Volta a Menorca de BTT o la Semana Internacional de Ciclismo Masters en Mallorca atraerán a miles de visitantes y permitirán a muchos hoteles prolongar la temporada y a la oferta complementaria, aumentar su clientela durante unos días. Un impulso para la economía, porque, participantes y acompañantes acostumbran a desplazarse con varios días de antelación o a permanecer varias jornadas después de acabar la competición.
Pruebas cuya organización requiere de una logística, de un trabajo previo y de una coordinación durante los días de la competición. Y todo eso es actividad económica, porque son muchas las empresas y autónomos que participan para que estos grandes eventos lleguen a celebrarse y lo hagan con éxito. Sin olvidar, lógicamente, la colaboración de los servicios públicos, policías y guardia civil.
También es fundamental el papel de patrocinadores y colaboradores comerciales, que saben de la repercusión de este tipo de acontecimientos y apuestan por vincular su marca a un evento que encaja con su estrategia de marketing y de difusión de producto. Todos son importantes para que este tipo de pruebas y competiciones populares salgan adelante y permitan recuperar progresivamente el pulso de nuestras ciudades y pueblos.
Deporte y turismo, un viejo axioma, con potencial para seguir creciendo y avanzar así en una desestacionalización real y permanente.