La puesta en marcha de esta auditoría se produce un semana después del primer contacto oficial entre representantes del Govern y el director general del ente público. Concretamente, el pasado día 3, la consellera de Presidencia, Antònia Estarellas, y la secretaria general, María José Bauzá, visitaron la sede de IB3 en Son Bugadelles, donde se reunieron con Manresa y el equipo directivo de la radiotelevisión publica. Tras la reunión, Andreu Manresa comunicó su intención de no dimitir y permanecer en el cargo hasta el final de su mandato, en 2028.
Esta decisión contrasta con la intención inicial de Manresa -expresada a colaboradores próximos-, en el sentido de presentar su dimisión al frente de IB3 una vez que las elecciones del 28M supusieron el desalojo del Govern de aquellos que lo habían nombrado en 2015. Manresa también habría comunicado, en las reuniones de directores generales de la Forta a las que acude mensualmente a Madrid, su intención de dimitir una vez hubieran pasado las elecciones generales del 23 de junio.
CAMBIO DE GUIÓN
Sin embargo, contrariamente a todo ello y por circunstancias que se desconocen -algunos hablan de presiones desde el PSIB, partido al que el director general ha mostrado una entrega notable todos estos años-, Manresa argumenta ahora que está decidido a permanecer en el cargo hasta que concluya su mandato en 2028, con el objetivo de "mantener la independencia de IB3".
Este enrocamiento tampoco ha sido bien recibido por el sector audiovisual de Baleares, que tiene gran parte de su actividad confiada a la producción de programas y espacios para la radio y la televisión pública de las Islas. Critican el escenario de inestabilidad que supone que el director general se aferre al cargo sin contar con el apoyo del actual ejecutivo autonómico, que ya ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de proceder al relevo lo antes posible.
Mientras tanto, el ente público -que sigue sin tener gerente- deberá negociar unos presupuestos en un clima de falta de confianza -si no, de abierta confrontación-, circunstancia que tendrá efectos en un sector que, durante los últimos años, ya ha visto reducido notablemente sus ingresos procedentes de IB3.