Esta semana me ha tocado defender a IB3, pero también me tengo que cagar en sus muelas. Tras la fatídica riada del Llevant, escribí el siguiente tuit: «Veo como una vez más la tragedia nos vuelve escoria. En RRSS hay lerdos preocupados de si IB3 informa en catalán y no en “bon mallorquí” y meapilas espantados porque la UME “españolista” viene a ayudar. ¡Han muerto personas, imbéciles!». Mi gozo en un pozo, poco iba a durar la defensa de IB3. Por cierto, de las toneladas de mierda vertidas por unos y por otros en las redes sociales, del postureo y de la utilización de los que han querido barrer en lugar del fango, para su casa, no voy a hablar. Soy un malhablado de cojones, pero les aseguro que esta ocasión me faltan epítetos. Demasiadas fotografías.
Volviendo a IB3 Radio... Este viernes han invitado a un supuesto historiador para dar las claves del Día de la Hispanidad. Asegura el fulano que la fiesta de la Hispanidad se impuso en un momento de debilidad del Estado español. La instauró Antoni Maura que tenía «autodio» porque se reían de él por su acento mallorquín. Según el intelectual, el Día de la Hispanidad celebra un genocidio. Lo peor de todo es que apuntan que Antoni Maura fue reivindicado por Jaume Matas... Pobre Maura, para un mallorquín que llega a baranda nacional y nos reímos de él.
Yo fui director de IB3 Ràdio y les aseguro que por algo así me hubieran colgado de los huevos. No hubiera estado mal contar con un historiador no interesado en retorcer el pasado para hacer chascarrillos que pusiera en su sitio a este individuo. Pagar impuestos para esto.
La verdad es que la desgracia de Sant Llorenç ha bajado bastante los ánimos de nuestra izquierda paleta y/o indepe, que ha tenido la decencia de callar sus desvaríos en estos días de luto. Comenzaron la semana muy fuertes alertando del resurgir de la extrema derecha tras el mitinazo de Vox en Vistalegre. La jefa de Podemos por estos lares —eso dicen, aunque no tengo muy claro que mande— se dejó caer por la isla para rajar de Vox. Mae de la Concha me cae bien, en serio, pero ha estado de lo más desafortunada. En Vox estarán encantados, no dejan de hablar de ellos. La cosa tiene su retruécano: la extrema izquierda alertando del peligro de la extrema derecha.
La pregunta es: ¿es Vox un partido de extrema derecha? A mí me parece más una derechona conservadora bañada en cierto populismo. No me atrevería a decir que sea extrema derecha. Eso dependerá de cómo evolucione el partido, de si ese populismo que carga se lo puede quitar de encima —de momento es la única forma de hacerse publicidad a bajo coste porque aún no han ligado subvenciones como el resto— . Aún así, la verdad, me importan poco las etiquetas. Sigo creyendo que hay políticos honrados y dedicados, en todos los partidos. De lo que me he divorciado es de siglas y colores. Les confieso que milité en el PP durante ocho años. Me di de baja. Luego me volví a dar de alta... Me da tanta pereza volver a darme de baja que aún no he apostatado por segunda ocasión. He perdido la fe. Estoy hasta la polla. O hasta la coronilla, que además de estar más arriba, suena más finolis.
El que no me tiene hasta la coronilla, sino que me flipa es Pablo Iglesias. Hay que reconocerle que tiene unas pelotas colosales. No sólo ha conseguido que en los Presupuestos Generales del Estado junto al membrete del Gobierno se incluya el logotipo de Podemos. ¡Qué va! Los ha firmado antes que Pedro Sánchez y luego se ha ido a la Sexta a explicarlos. Vaya, vaya, ahora entiendo qué quería decir cuando hablaba de «cogobernar».
Tecleo estas letras a altas horas de la noche, demasiado tarde para un tipo al que le gusta planchar la oreja a las nueve. Pero no me puedo quejar. El trabajo de verdad es el de los bomberos, los militares del UME y del Palma 47, de los agentes de las policías locales y de la Nacional, de los picoletos, de los muchachos del Ibanat, de los del 112, de los voluntarios... Ellos han dado el callo. Me descubro ante todos. Eso es moral. Moral como la que van a necesitar nuestros paisanos del Llevant.
Y no, hoy no hay otras historias.