El Tribunal del Jurado ha emitido un veredicto de culpabilidad contra el hombre acusado de matar a una mujer en Eivissa el año 2017. El Jurado considera probado que el acusado apuñaló a la víctima con un objeto punzante, la mató y posteriormente confesó los hechos. No obstante, el Jurado no considera probado que únicamente debido a su confesión se pudo investigar el caso. Por otra parte, los miembros del Jurado no se han mostrado favorables al indulto o a parte de la suspensión de la pena.
Tras la lectura del veredicto, el Ministerio Fiscal y la Defensa del acusado han solicitado para el reo una pena de 8 años de prisión por el delito de homicidio al apreciar que concurre la circunstancia atenuante muy cualificada de confesión; y han pedido que en concepto de responsabilidad civil indemnice a la madre de la víctima con 65.000 euros.
El juicio ha quedado visto para sentencia. La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado dictará la resolución los próximos días.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 31 de marzo de 2017 en un piso de Ibiza. El hombre ha explicado que la mujer le proporcionaba habitualmente droga y servicios sexuales, y ha reconocido que el día del crimen acudió al domicilio de la víctima para comprarle droga.
Así, el acusado ha admitido que discutió con la mujer por la calidad de la droga y que él le asestó varios golpes en el pecho con un objeto punzante. Después se marchó y confesó el crimen a su esposa y a uno de sus hijos. "Les conté que había matado a una señora", ha relatado.
Después, tomó un avión a Madrid para hablar con su hijo mayor antes de entregarse. "Estaba muy arrepentido de lo que había hecho", ha dicho el acusado, que ha empezado a llorar durante su declaración.
SE ENTREGÓ EN MADRID Y PIDIÓ QUE LE DETUVIERAN
El hombre se personó en los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid y allí aportó un documento en el que confesaba los hechos por escrito. "Me presento hoy a la Justicia por un delito de sangre. He dado muerte a una persona en Ibiza", era el tenor literal del documento.
Según ha explicado, en el registro del Juzgado le indicaron que en quince días le llegaría una notificación, y él no entendió por qué no le detenían cuando se trataba de un delito grave. Por eso, se dirigió a un policía municipal que estaba en el Juzgado, le manifestó que había cometido "un asesinato", que había matado a una prostituta en Ibiza, y le pidió que le detuvieran.
El policía ha corroborado este relato. El agente, que ha declarado por videoconferencia, ha explicado que están "acostumbrados" a que por el Juzgado pasen "personas un poco desequilibradas" que cuentan historias falsas, por lo que era normal "dudar", pero al final optaron por comprobar los hechos.
La madre y el hijo del acusado también han confirmado que el hombre les confesó el crimen cuando se vieron en casa después de los hechos, a la hora de la comida.
EL PRIMER EXAMEN APUNTABA A UNA MUERTE NATURAL
Tanto la Fiscalía como la defensa solicitan apreciar la atenuante muy cualificada de confesión, ya que fue determinante para que se pudiera iniciar el procedimiento contra el presunto autor del crimen.
En el primer examen del cuerpo en el lugar de los hechos, la forense había apuntado que podía tratarse de una muerte natural. Se barajó la posibilidad de que las lesiones fueran producto de las mordeduras de un perro. El posterior examen interno reveló la gravedad de las lesiones y confirmó que se trataba de una muerte homicida.
La causa de la muerte fue una herida punzante que alcanzó el corazón y provocó un taponamiento cardíaco. La forense ha detallado que la zona es muy sensible y que el ataque tenía altas probabilidades de provocar la muerte.
Los indicios también apuntan a que la noche de los hechos el acusado pudo mantener relaciones sexuales con la víctima, ya que en la autopsia se hallaron restos de esperma de su perfil genético.