De piscina abandonada a futuro beach club

Los actuales propietarios del solar con piscina ubicado en Cala Estancia han presentado ya ante el Ajuntament de Palma una solicitud de licencia de obras, después de que previamente el Consell de Mallorca hubiera dado su beneplácito al proyecto de construcción de un pequeño beach club en ese espacio, de acuerdo con las previsiones del Plan de Reforma Integral (PRI) de la Platja de Palma y del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma.

El citado solar, que había sido adquirido inicialmente por el escultor Jaume Mir décadas atrás, se vio parcialmente afectado en su momento por la construcción del nuevo paseo marítimo de Es Carnatge, un proyecto que ejecutó Demarcación de Costas —que dependía entonces del Ministerio de Medio Ambiente— y cuyas obras concluyeron en 2004. Hasta ese momento, había un camino de tierra en toda la zona, que sería acondicionado y embaldosado.

La mencionada parcela tenía una superficie de algo más de 2.000 metros cuadrados y estaba conformada esencialmente por una piscina, un bar y varios locales que daban a la playa de Cala Estancia. La práctica totalidad de ese espacio era propiedad de Mir. Además, en la parte trasera del citado solar había —y hay— un edificio de viviendas.

EN ES CARNATGE

Cuando empezaron las obras de construcción del paseo de Es Carnatge, Mir cedió gratuitamente una parte de sus terrenos para la ejecución de dicho paseo. La principal consecuencia de esa cesión fue que no quedó más remedio que demoler una parte de la mencionada piscina y la totalidad del bar situado al lado. Así lo explica a mallorcadiario.com el abogado Joan Nadal, representante de la actual propiedad.

Una vez acabadas las obras del entonces nuevo paseo, Mir reclamó a Costas la reconstrucción de lo existente. Costas empezó la restauración, pero esta se paralizó sin más explicaciones, vallándose la zona en donde se encontraba la piscina, ante el peligro de que se pudiera producir un accidente. De hecho, en aquella época murió una persona al caer al interior de la parte de la piscina que aún seguía —y sigue— en pie.

Aquel espacio continúa todavía hoy vallado, debido a la situación de abandono en la que se ha encontrado a lo largo de la última década.

VENTA DEL SOLAR

Por su parte, Mir decidió vender su solar. En torno a 2017, la nueva propiedad presentó al Consell de Mallorca un primer proyecto de actuación en esa parcela, una iniciativa que no contó inicialmente con el beneplácito de la institución insular.

Con posterioridad, el año pasado, la citada empresa, de capital cien por cien mallorquín, presentó un nuevo proyecto —más reducido que el anterior—, que en esta ocasión sí fue informado favorablemente por el Departamento de Litoral del Consell.

A partir de ahí, la mencionada compañía entregó una solicitud de licencia de obras al Ajuntament de Palma. En estos momentos, se está a la espera de la tramitación de dicha licencia, según ha confirmado a este digital el regidor de Urbanismo del consistorio palmesano, Óscar Fidalgo.

UN ESPACIO TRANQUILO

El proyecto informado hace poco favorablemente por el Consell prevé la construcción de un pequeño beach club, que incluirá la remodelación de la antigua piscina y la creación de un restaurante, sin consumir la totalidad de la edificabilidad permitida por la normativa urbanística.

La idea de la actual propiedad es que este beach club sea un espacio tranquilo, donde la gente podrá ir a comer y a cenar, por lo que no será un lugar de "marcha".

Como es preceptivo en actuaciones de estas características, una pequeña parte del solar será cedida a Cort, en concreto la parte trasera. En ese contexto, Fidalgo ha avanzado que su departamento está valorando si finalmente construirá o no un nuevo vial en el espacio que le será cedido.