De fiesta en fiesta y tiro porque me toca

Todavía con el turrón en la boca ya estamos de fiesta nuevamente y la cartelera resuena demonis y tambores.

Todos los programas de la radio, la TV y demás medios, nos recuerdan que hasta pasar San Sebastián la fiesta no ha acabado.

Y ya que estamos de jarana, engancharemos con San Valentín y en unos días estamos en el puente de marzo.

Y así, sin darnos cuenta, se nos vuelve a pasar el año, que parece mentira que otra vez estamos casi acabando y fue ayer cuando vinieron los Reyes Magos.

Pero todavía hay personas que se quejan de pasarse todo el día trabajando, cuando a mí me parece que soy incapaz de coger el hilo más de 3 días seguidos al trabajo, porque cuando no tenemos una, hay otra.

Y no vayan a pensar ustedes y a mí me parece mal, todo lo contrario.

A lo que me refiero es que de esta forma es casi imposible sacar adelante el país, entre fiestas y saraos nos es imposible poder trabajar como Dios manda.

Aunque hay quien dice que, total para que luego nuestros políticos se lleve todo nuestro dinero, para que nos vamos a esforzar y no negaré que parte de razón tienen, pero es cierto que a mí me da la sensación que así es complicado poder arrancar el año.

Entre mis propósitos de Año Nuevo estaba poder deshacerme de esos kilos que se han apoderado de mis michelines, pero está claro que con tanto evento, no hay manera de hacerlo.
Por no decir que, no hay dinero que llegue, pues es imposible que podamos ahorrar un duro, estando todo el día de aquí para allá.

Pero bueno, para no quedar mal con todos mis compromisos, iré preparando la fiesta de San Sebastián, que curiosamente en mi caso la celebro doblemente, ya que soy autóctona de la ciudad que otorga el nombre el Santo y vivo en Palma de Mallorca.
Así que nada, Como dice mi terapeuta, tal vez sea el momento de relajarme y empezar a disfrutar de la fiesta, en lugar de quejarme de que no tengo tiempo para hacer lo que tengo entre manos, cosa que le pasa a gran parte de la población con la que hablo.
Pareciera que nos han robado unas cuantas horas del día y que en vez de tener 24 horas tuviera 16.
Da la sensación de ser el día mucho más corto de lo que esperaba, también hay que decirlo todo, los medios de comunicación, Internet y la redes sociales no ayudan, ya que parece que tenemos que estar continuamente informados de lo que pasa y que perdemos mucho tiempo en cosas que realmente no tienen gran importancia.
Para el año que viene a los Reyes Magos les voy a pedir, además de otro bonito reloj, como este año, unas cuantas horas al día, a ver si así soy capaz de gestionar el trabajo y mi vida.

Mientras tanto, ¡a disfrutar de las fiestas!.