Escriche ha añadido que “la alternativa es un revolucionario servicio público de autobuses que triplica el tiempo de los desplazamientos privados motorizados – en el mejor de los casos –, iniciar la aventura de encontrar un taxi, cuyo servicio no ha conseguido gestionar este ayuntamiento de una manera eficiente o caminar de un lado a otro de Palma, que según el gobierno de Hila se tarda 15 minutos en cruzar la ciudad”.
En este sentido, Escriche ha considerado que “el PMUS es un documento con mucha fantasía mágica que plantea propuestas sin ningún rigor y que se deben cumplir por arte de magia”. “Las Zonas de Bajas Emisiones se determinan por arte de magia, al igual que llegará el tranvía y los autobuses tendrán una frecuencia menor a veinte minutos sin explicarnos cómo van a conseguirlo después de siete años empeorando frecuencias”, ha declarado el regidor de Cs en ‘Cort’, que ha planteado “somos conscientes de que hay que detectar los problemas de los ciudadanos, realizar un diagnóstico acertado, encargar los estudios necesarios para ello, y aplicar las soluciones de forma progresiva, no traumática, e intentando conservar el statu quo, si es posible mejorarlo”.
Finalmente, Escriche ha lamentado que “es muy posible que los palmesanos perciban este PMUS como un documento que solo establece trabas al movimiento de las personas bajo una coartada climática que está diseñada para favorecer a algunos y perjudicar a muchos. Y precisamente eso es todo lo contrario a lo que debería ser un PMUS”.