En los tiempos que corremos y en los futuros inmediatos donde se va a recrudecer una nueva crisis económica apuesto para que se introduzca el criterio de “cotización demográfica” en el sistema de pensiones, para que el cuidado de hijos compute como tiempo trabajado a efectos de la Seguridad Social, tal y como en su día se reconoció como periodo cotizado, para los hombres, el Servicio Militar o la Prestación Social Sustitutoria.
Junto al reconocimiento del cuidado de hijos o personas dependientes como tiempo cotizado, sería conveniente que se incentive la contratación laboral y la integración de mujeres embarazadas o con hijos, mediante desgravaciones fiscales y con bonificaciones en las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social, de un 50 % cuando se contrate a trabajadoras con menores de 0 a 6 años, y del 25 %, cuando tengan hijos de 6 a 12 años.
Es de vital importancia las familias con hijos, en especial las numerosas, en el contexto demográfico actual, y la necesidad de protegerlas adecuadamente para mejorar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones. El índice de fertilidad de Baleares, 1,22 hijos por mujer, es claramente insuficiente para garantizar la reposición de población (son necesarios 2,1 hijos), y está lejos también del número de hijos que realmente las españolas querrían tener. Todavía no se dan las circunstancias óptimas para que se tengan los hijos que se quieren tener, porque hay obstáculos económicos y laborales, y hay que ser conscientes de que esos hijos son necesarios en términos económicos y hay que recordar que, según el INE, en 2050, por cada 10 trabajadores habrá 9 dependientes.
Hay que abogar por una mayor protección laboral y social de las familias, y en particular de las mujeres a la hora de tener hijos. Sobre la “cotización demográfica”, medida ya defendida por algún grupo parlamentario, considero que es un reconocimiento a las personas –fundamentalmente mujeres- que interrumpen su trayectoria laboral por cuidado de hijos, teniendo en cuenta que esos hijos se aportan al conjunto de la sociedad, son los que van a cotizar y mejorar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones.
Tener hijos no puede suponer una doble renuncia, de ingresos, en el momento presente, y en el futuro, a la hora de percibir su pensión de jubilación. Reconociendo el tiempo dedicado a cuidado de hijos, se buscaría garantizar a largo plazo la sostenibilidad financiera de las pensiones y acabar con la penalización laboral y económica de quienes están aportando futuros cotizantes al sistema.