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Cort quiere destruir una obra de arte

Por Joan Miquel Perpinyà
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jmperpinyamallorcadiariocom/10/10/25
miércoles 30 de marzo de 2022, 06:00h

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Más de 100 artistas de Mallorca han suscrito un manifiesto de apoyo al pintor José Luis Mesas y a su obra artística, concretamente el enorme mural que dibujó en la fachada del Hotel Artmadams de Palma. Además, reclaman al Ajuntament de Palma que reconsidere su decisión de eliminar el mural.

Que el trabajo de Mesas es una imponente obra de Street Art o Arte Urbano que el propietario del Hotel Artmadams, Jaime España, ha regalado a la ciudad de Palma es algo innegable, por más que haya gente a la que el mural no le guste. Tampoco le gusta a todo el mundo el mural cerámico que Miquel Barceló creó en la Capella del Santíssim de la Catedral de Mallorca y no por eso se niega su valor artístico y se reclama su destrucción.

El mural de Mesas constituye un atractivo por sí mismo y ha convertido un discreto edificio (ahora hemos sabido que el proyecto inicial fue del arquitecto Guillem Forteza) en el inmueble más fotografiado de Son Armadams, si exceptuamos el Castell de Bellver. Incluso el autobús turístico de Palma se detiene frente a él, y eso que no hay parada allí, para que los turistas lo fotografíen, como hacen con Bellver.

Sin embargo, desde la regiduría de Model de Ciutat, Habitatge Digne i Sostenibilitat, que lidera Neus Truyol (Més per Palma), y más concretamente desde la Gerència d’Urbanisme, que comanda el Joan Riera, se insiste en que el mural debe ser eliminado y restituida la fachada a su estado anterior. El Ajuntament de Palma argumenta que la Comisión de Centro Histórico y Catálogo emitió dos informes desfavorables, alegando que el barrio de Son Armadans es “singular”, que el edificio sobre el que se elaboró el mural fue creado por el arquitecto Guillem Forteza, es de estilo racionalista y se caracteriza por la austeridad, por lo que debe evitarse el “impacto visual” de la obra de Mesas. Además, se sostiene que la intervención artística no cumple con los requisitos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente.

Afirma Cort que el mural es un flagrante incumplimiento de las normas, pero los abogados del Hotel Artmadams no comparten este criterio y por eso han iniciado una batalla judicial con el objetivo de salvar la obra de Mesas. Ellos argumentan que el edificio, por más que fue proyectado por Guillem Forteza, no está protegido, aunque ahora Cort quiera protegerlo; señal de que cuando Mesas lo pintó, no lo estaba.

Además, tienen un peritaje de un perito arquitecto que certifica que del proyecto original Forteza de 1940, “no queda ni una sola fachada que respete su diseño original, ya que en mayor o menor medida se ha modificado su volumen, alturas y configuración. Y siempre de acuerdo con las licencias solicitadas y concedidas por el Ayuntamiento de Palma. Por tanto, no tiene sentido establecer una protección a un edificio que, con el paso de los años desde su diseño y construcción, ya no se encuentra en el entorno en el que fue proyectado, ni se dedica al uso por el que fue concebido, ni conserva las características que se pretenden proteger al haber sufrido importantes cambios desde su proyección”.

Y además sostienen que la normativa no es objetiva, sino interpretativa. El Ajuntament dice que el mural distorsiona el entorno, pero eso es subjetivo. La norma no dice que sólo se puede pintar la fachada de blanco, o sólo se puede pintar de rojo y negro, por tanto, la norma es interpretable subjetivamente y no hay ningún incumplimiento. De hecho, la Comisión de Centro Histórico estuvo dividida y no hubo unanimidad en su informe desfavorable.

Los jueces tendrán que determinar quién tiene razón en este contencioso y si la actuación artística de Mesas se ajusta a la Ley o no. Pero lo que está ya fuera de toda duda es que el mural del Hotel Artmadams es una destacada obra de Arte Urbano de Palma, algo que ni siquiera cuestiona la regidora Neus Truyol, cuando afirma que “no estamos poniendo en cuestión el valor artístico de una intervención, ni tampoco el artista”.

¿Es coherente y lógico que el Ajuntament de Palma, que presume de promocionar el arte y su patrimonio histórico y artístico, persevere en su intención de destruir una obra de arte como el mural de Mesas? A juicio de mucha gente, entre otros los artistas que han firmado el manifiesto en apoyo a José Luis Mesas, es un auténtico despropósito.

Si finalmente, cuando los tribunales se pronuncien, la obra debe ser eliminada, la ciudad perderá mucho más que ganará. Y es increíble que el Ajuntament de Palma no se dé cuenta de esta evidencia y pueda acabar siendo responsable directo de la destrucción del mural

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