Se trata de la ordenanza que regulará acciones y comportamientos habituales en zonas de afluencia turística, como Platja de Palma o como el botellón, el trile, la venta ambulante, la prostitución en la calle, el exhibicionismo o el balconing.
Asociaciones de vecinos y empresarios llevan reclamando celeridad para que ésta esté en funcionamiento este verano. Sin embargo, el retraso en el comienzo de la elaboración y los desacuerdos en el seno del Pacte en ciertos puntos, hacen que la norma no entre en funcionamiento antes de julio, con la temporada bastante avanzada.
La regidora de Seguretat Ciutadana, Angélica Pastor, indicó a este digital a finales del mes pasado que el equipo de gobierno había alcanzado un entendimiento en todos los puntos y ahora se centraban en la negociación de la redacción "ya que se quiere evitar un lenguaje discriminatorio, que pueda herir sensibilidades". Además, Pastor advertía que debido al carácter técnico de esta norma, ésta debía "estar bien fundamentada, contando siempre con la aprobación de los servicios jurídicos".