Bares, cafeterías y restaurantes del Portixol han solicitado al Ayuntamiento de Palma permiso para instalar sillas y mesas en algunas de las plazas de parking frente a los locales y de esta forma poder ampliar sus terrazas mientras siguen vigentes las restricciones del estado de alarma. La petición, realizada a través de la patronal Restauración CAEB, incide en la particular configuración de la primera línea en esta zona, donde la calzada para el tráfico discurre entre la acera y las plazas de aparcamiento, haciendo imposible la norma aplicada en el resto de la ciudad por la que los establecimientos de restauración con terraza pueden ampliarla simplemente ocupando el carril anexo dedicado a aparcar.
De esta forma, los locales del Portixol estarían en igualdad de oportunidades que los de otras zonas de la capital, donde las facilidades aprobadas por Cort les permiten compensar las restricciones de aforos que imponen las diferentes fases de la desescalada.
En especial, se fijan los restauradores del Portixol en el caso de todos aquellos que se hallan bajo la circunscripción de la Autoridad Portuaria (APB). Del organismo portuario depende, por ejemplo, la ordenación del Paseo Marítimo de Palma, además de las explanadas y muelles sobre los que se instalan un número de restaurantes y terrazas. Desde este lunes, los establecimientos del Paseo Marítimo pueden instalar terrazas en el carril anejo, que ha sido cortado al tránsito para garantizar un mayor distanciamiento social sin perjudicar el negocio de decenas de empresas o el simple paseo de viandantes.
La APB supo atender las peticiones de las asociaciones empresariales, que clamaban por no perder aforo en las terrazas. Cort también interpretó las demandas de los restauradores, aunque con una fórmula que discrimina a todos aquellos que no están junto a un carril de tráfico.
La demanda de los locales del Portixol ante Cort tiene sentido. Para no hallarse en inferioridad de oportunidades que el resto, para no perder aún más negocio en un contexto de caída de ingresos, para intentar sacar del ERTE al mayor número de trabajadores posible y para garantizar la supervivencia de las empresas de hostelería y restauración de la zona.