Alfonso Rodríguez, presidente de Consubal, expresaba la preocupación existente en la organización ante "el alarmante incremento del uso de estos elementos por jóvenes, muchos de ellos adolescentes menores de edad, convencidos de la inocuidad del producto, sobre todo por los mensajes intencionados de las comercializadoras y puntos de venta".
"Los establecimientos denunciados disponen de estos productos, omitiendo que contienen nicotina (desde el 2 hasta el 20 por ciento) y, por consiguiente, crean adicción y son perjudiciales para la salud, usando mensajes e imágenes que inducen a la creencia de que son un sustituto del tabaco sin ningún peligro", señalan desde Consubal.
Por otro lado, tal como explicaba Rodríguez, estos elementos son "de imposible reciclado puesto que, además de los componentes químicos que una vez calentados crean el vapor que se inhala, contienen elementos electrónicos para calentar el producto químico (que se desconoce su formulación) y plásticos no reciclables".
Desde Consubal se pide "responsabilidad a los comercios y, sobre todo, contundencia a las administraciones para luchar contra el uso peligros de estos productos".
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