Cuando uno accede a un cargo como el de Conseller, designado a dedo por la Presidente, debe atender a los deseos de esta y nombrar a quien se le indique por la superioridad. Lo peor de eso es que si esa persona resulta incapaz para el encargo, los líos se los come el Conseller, que en este caso o no tiene arrestos de enfadar a la Jefa y cesar a la inepta gerente o simplemente no se entera. Las dos situaciones me parecen horribles.
Les explico, en esta columna les he ido contando de un tiempo a esta parte el lío que en los últimos años ha ido formando la investigada por mobbing Maria Antonia Garcías en el IBAVI. La situación en la actualidad se ha desbocado de tal manera que daría para un tratado de mala gestión para enseñar en las escuelas de economía; así les luce el pelo en materia de vivienda social.
El primer lugar el origen del problema es que la Gerente imputada es la marioneta de la más lista de la clase, que hace y deshace a su antojo; lo lleva haciendo desde antiguo y con gerentes de todos los colores; con ella no van ni los horarios, ni las normas, sólo la conspiración y el viejo aforismo que dice divide y vencerás.
En el IBAVI, ese organismo que pagamos Vd. y yo con nuestros impuestos, hay trabajadores perseguidos que carecen de trabajo, sólo trabajan tres minutos al día. Pero claro, después se asoman las vergüenzas y en el departamento donde trabajaba esa víctima de acoso tienen que quedarse por las tardes, con cargo a horas extras que pagamos Vd. y yo querido lector. Estar sentado en el trabajo sin que tus superiores te encarguen tarea es una forma de acoso en el trabajo. Eso debe saberlo la “más lista”, que algo de derecho sabe, del Instituto a la que me refería antes.
Pero donde se han superado las líneas rojas, que se dice ahora, ha sido en el comportamiento de un jefecillo que vigila a otro trabajador hasta el punto que si le ve hablando por un pasillo, de lo que sea, con un compañero le graba en vídeo con su teléfono móvil. Ese comportamiento debe tener consecuencias.
Como el tema del IBAVI da para más, cada semana les contaré una píldora para que sepan en qué gastan nuestros impuestos en dicho instituto público.
El otro héroe es el Conseller Vidal. Hace unos días se reunió el sector náutico para que desde el Govern se le explicase la política en materia de prohibición de fondeos. El Conseller no acudió y días después culpabilizó a los navegantes de contaminar nuestro Mar, cuando no hay que ser muy listo, -y parece que ese es el caso-, para saber que el primer contaminante de nuestro Mar es el Govern como responsable de las depuradoras, emisarios y desaladoras.
Señores Consellers, llevamos tres cuartas partes de legislatura perdida, arremánguense y afronten y resuelvan los problemas que tiene este pequeño país y que son muchos. En el caso del Conseller Pons va a asumir -por lealtad mal entendida- responsabilidades por la designación de la amiguita de la Presidente Armengol. Que pasen un buen día.