Brasil se acerca a los 25.000 fallecidos por coronavirus y la población se muestra partidaria de un confinamiento que frene el avance de la pandemia.
La mayoría de los brasileños quiere que haya un confinamiento total en el país para disminuir la propagación del coronavirus, que en el gigante sudamericano ya deja cerca de 25.000 muertes y se aproxima a los 400.000 casos confirmados, según una encuesta divulgada este miércoles.
No obstante, aunque el 60 por ciento apoya la medida, cada vez son más los brasileños que abandonan la cuarentena y salen a las calles, de acuerdo con un sondeo de la firma Datafolha.
El estudio, realizado entre el 25 y el 26 de abril a 2.069 personas, señala que actualmente el 35 por ciento de los brasileños afirman que cuidan de sí mismos, pero salen de su casa, mientras que a comienzos de mes este porcentaje era del 24 por ciento.
Lo mismo ocurre con aquellos que dan prioridad a la vida sobre una reactivación de la economía, una tendencia que impulsa el 65 por ciento de los encuestados, pero que a comienzos de abril apoyaba el 76 por ciento de los brasileños.
No opinan igual los empresarios, que quieren de vuelta sus negocios.
De acuerdo con Datafolha, el 55 por ciento rechaza el confinamiento y solo un 38 por ciento aprueba que la gente permanezca en su casa, algo que refutan con fuerza los jóvenes (72 por ciento), las mujeres (68 por ciento) y los que tienen menores ingresos (67 por ciento).
El panorama, no obstante, es pesimista en Brasil, donde la mayoría de las personas considera que la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus puede extenderse de cuatro meses hasta un año.
MÁS DE 1.000 MUERTOS EN 24 HORAS
El gigante suramericano, el segundo país del mundo con más contagios por el COVID-19, registró tan solo en las últimas 24 horas 1.039 muertes y 16.324 contagios.
El epicentro de la pandemia en Brasil sigue siendo la región sudeste, la más poblada y rica, donde el estado de Sao Paulo, en el que viven unos 46 millones de personas, concentra la mayor parte, con 86.017 casos confirmados y 6.423 muertes.
A pesar de las cifras, muchas regiones comenzaron esta semana a flexibilizar las medidas y han abierto pequeños comercios como peluquerías y templos religiosos, como fue el caso de Río de Janeiro.