El caso conmocionó en abril de 2015 la localidad madrileña de Majadahonda. Según ha quedado probado, Bruno Hernández asesinó a si tía Liria y a la mujer que le había alquilado una habitación en su chalé, Adriana Beatriz Gioiosa Nassini. El condenado trituró los cuerpos de ambas en una picadora industrial de carne en la que se hallaron restos de ambas mujeres. Hernández redactó una falsa carta de despedida de Adriana Beatriz en la que decía que dehjaba el trabajo y llegó a desplazarse a Barcelona con el móvil de la víctima para aparentar que continuaba con vida.