Camargo, que lidera la corriente de izquierda anticapitalista en Podem Balears, ha mostrado los objetivos de la formación para los dos años de legislatura que aún restan. Al resumir el trabajo de Podem en el Parlament, y a pesar de no formar parte del ejecutivo, se ha atribuido diversos éxitos relacionados con la supresión de políticas del Partido Popular: “hemos podido revertir algunas políticas antisociales del PP. Entre otras cosas nos tenemos que centrar en el monocultivo turístico”. Su otra gran tarea pendiente es “el derribo del monolito de Sa Feixina es uno de nuestros objetivos. Tengo la esperanza de conseguirlo antes de acabar la legislatura”. Estas han sido las dos grandes cuestiones que Camargo ha resaltado como el centro de su acción política a corto y medio plazo. En ambos casos no ha detallado cómo actuará Podem.
También ha hablado de la situación del partido. Camargo ha excusado las numerosas disputas internas de Podem en la inexperiencia: “nuestra experiencia era escasa, inexistente. Montamos una estructura con personas inexpertas, pero con ganas”. Reconoce que el partido ha pasado por momentos complicados: “en una organización nueva no es fácil controlarlo todo. Podem viene del 15 M, de una avalancha de personas y es difícil controlar la vida interna del partido”.
Preguntada por la posibilidad de integrar a los disidentes en el caso de alzarse con la secretaría general ha sido contundente: “es difícil integrar a todo el mundo porque hay gente que ha sido desleal con el proyecto de Podem”.