En noviembre, ambas compañías comunicaron el acuerdo para crear un gran grupo turístico mediante la fusión de sus divisiones de viajes en España. Las negociaciones las lideraron, entonces, los consejeros delegados de ambos grupos turísticos, Javier Hidalgo y Simón Pedro Barceló. La fusión anunciada en ese momento incluía las divisiones mayoristas y minoristas de ambas compañías. En total, tras la fusión, el nuevo gigante turístico iba a sumar en torno a los 1.500 puntos de venta con una facturación total de 3.700 millones de euros y 4.775 trabajadores englobados en la nueva sociedad.
En la operación, que ahora debe replantearse,
Globalia aportaba sus agencias de viajes minoristas, Viajes Ecuador y Halcón Viajes; la red de agencias de viajes independientes asociadas, Geomoon; la mayorista Travelplan; el banco de camas Welcome Beds; la división de viajes corporativos Globalia Corporate Travel; la agencia de viajes y eventos Globalia Meetings & Events, y Globalia Autocares.
Por su parte, Barceló, a través de Ávoris, incluye las agencias de viajes minoristas B the Travel Brand, B the Travel Brand & Catai; BCD Travel y BCD Meetings & Events y la aerolínea evelop!, entre otras marcas.
El anuncio se produjo semanas después de que Globalia anunciara la venta de su aerolínea, Air Europa, a IAG, matriz de Iberia, por 1.000 millones de euros, una operación también sujeta a la aprobación de las autoridades de Competencia.
Con la actual situación y las incertidumbres que se ciernen sobre el futuro inmedito del turismo, los detalles de la operación de la que ahora Barceló toma el control en exclusiva podrían verse alterados.