Lágrimas en el vestuario del Atlético Baleares por el adiós de Diego Cervero

El vestuario del Atlético Baleares ha tributado una emotiva despedida a Diego Cervero, quien ha abandonado el club blanquiazul después de llegar a un acuerdo para la rescisión de su contrato. La baja de Cervero está directamente relacionada con la llegada de otro delantero del mismo perfil, el ex mallorquinista Dejan Lekic, cuyo fichaje ha sido ya oficialmente confirmado por la entidad.

El futbolista asturiano, de 37 años, se incorporó este pasado verano al ATB con la expectativa de convertirse en uno de los jugadores de referencia de la plantilla. Sin embargo, en ningún momento ha contado con minutos en las alineaciones de Manix Mandiola, quien apenas ha concedido a Cervero los denominados ‘minutos de la basura’ en algunos encuentros puntuales. El técnico vasco se ha decantado desde el primer momento por los otros dos ‘9’ de que dispone en la plantilla: Toni Gabarre, a la sazón máximo goleador del equipo esta temporada, y Arturo.

OVIEDISTA DE CORAZÓN Y TROTAMUNDOS EMPEDERNIDO

Diego Cervero, conocido también como el ‘doc’ por contar con la titulación de médico especializado en Traumatología, ha defendido la camiseta de numerosos clubs del fútbol español, aunque, sin duda, donde ha dejado una huella más profunda es el equipo de su tierra natal, el Oviedo, en el que ha cubierto diferentes etapas entre 2003 y 2016, convirtiéndose en un héroe intocable para la afición carbayona.

Otros clubs en los que ha estado enrolado han sido el Oldham Athletic, de la Tercera División inglesa, la Unión Deportiva Marbella, el Club Deportivo Lealtad, la Unión Deportiva Logroñés, el Fuenlabrada, el Mirandés y el Burgos, su último destino antes de poner rumbo a la Vía de Cintura.

Cervero se marcha del Atlético Baleares sin haber logrado sumar un solo tanto a causa del ostracismo al que le ha sometido su entrenador y que buena parte de la grada del Estadio Balear no ha entendido. Sin embargo, el legado goleador del veterano futbolista asturiano le sitúa como uno de los delanteros más goleadores en la historia de Segunda B, un aval que en el ATB, desgraciadamente, no le han permitido refrendar.