En estas fechas, cuando nos juntamos las familias y los amigos, año tras año, me acuerdo de nuestros militares, guardias civiles y policías nacionales. De los que, en cumplimiento de su misión, ya no están con nosotros, y de los que se encuentran lejos de su hogar. Soldados, guardias civiles, policías, repartidos por medio mundo que arriesgan sus vidas para que nosotros, por ejemplo, podamos seguir celebrando la Navidad y el año nuevo.
El Círculo Balear, que presido, y yo mismo nos sentimos profundamente agradecidos por su sacrificado trabajo.
En estos días me acuerdo de buenos amigos militares, guardias civiles y policías nacionales que están, o han estado, destinados lejos de sus familias en estas fechas tan señaladas: Lázaro, Carvajal, Rapallo, Macías, Sánchez, Mestre, Álvarez, Alabarces, Darder, Rodríguez, Garrido, Baena, Jarabo, Quiroga, Barceló, Ortiz, Castelao, Cifuentes, Coll, Fernández Roca, Redondo, Jiménez, Blanco, y otros muchos, que han izado nuestra Bandera cada mañana, por nosotros y con nosotros, mientras su único contacto con el hogar en Navidad y año nuevo ha sido una breve llamada a la familia. Algunas familias ya no reciben esa llamada, como los Salvà-Lezaún, que, entonando esa canción, ese himno, recuerdan que la muerte no es el final.
Vivimos en un mundo en el que persiste la violencia, la insolidaridad y la muerte. Mensajes aterradores nos llegan a través de la televisión y de las redes sociales difundiendo ejecuciones brutales. Escenarios de violencia donde nuestros soldados iniciarán el año nuevo como parapetos de la paz. Son nuestros centinelas. Y los necesitamos allí, y aquí, en casa, donde la barbarie terrorista también nos azota y amenaza.
Muchos de ellos, sin necesidad de cumplir misión en lejanos países, no disfrutarán de este comienzo de año junto a los suyos para defender nuestra unidad, democracia y libertad frente a los que quieren acabar con ella en Cataluña. Ahí también están nuestros centinelas en estas fechas, en condiciones muy mejorables, haciendo de su sacrificio y su lealtad un motivo más por el que enorgullecernos y movilizarnos para que sus condiciones laborales mejoren.
Esta es la Navidad y el año nuevo de nuestros soldados, nuestros guardias y nuestros policías. Nuestros héroes. Feliz año nuevo centinelas de España.