Los campeones del mundo han prolongado este sábado en el recinto municipal palmesano la fiesta que arrancó en tierras brasileñas después de que Fabinho transformara el último penalti de la tanda. Entonces, el club que fundó hace 25 años el inolvidable Miquel Jaume en Manacor, igualó una gesta que, en España, tan solo habían conseguido Movistar Inter, campeón en cinco ediciones, y el Caja Segovia.
El acto, al que los campeones han llegado a bordo de un autobús descapotable, ha empezado con la presentación, uno a uno, de todos los integrantes de la plantilla. Luego, ha llegado el momento de los parlamentos. El capitán Carlos Barrón, el entrenador Antonio Vadillo y el director deportivo José Tirado han tomado el micro en representación de los héroes. También ha hecho lo propio el presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears, Pep Sansó. Después, ha sido el turno de las autoridades -el alcalde de Palma, Jaime Martínez; el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés y la presidenta del Govern de les Illes Balears, Marga Prohens- antes de cerrar acabar la celebración con la afición.
"Gracias por las alegrías que nos han dado y gracias por haber llevado con orgullo el nombre de nuestras Islas Baleares en todo el mundo y defenderlo así de bien. Gracias por los valores y la humanidad, por ser modelo e inspiración para nuevas generaciones. Tenéis el mundo en los pies y el corazón de toda la gente de esta tierra de campeones, de campeones del mundo", ha señalado Prohens.
Este domingo, a partir de las 20.30 horas, los mallorquines regresarán al Palau Municipal d'Esports de Son Moix para recibir al Ribera Navarra en el último choque de la primera vuelta de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS).