Fiel a su cita anual, Fitur, la principal feria turística en España, ha quedado inaugurada este miércoles y mantendrá sus puertas abiertas hasta el próximo domingo. La presencia balear, como corresponde a un destino líder en materia de vacaciones, es muy destacada; compañías hoteleras, aerolíneas, empresas de servicios auxiliares y administraciones públicas hacen acto de presencia para presentar la mejor oferta a los profesionales del sector, básicamente touroperadores y agencias, y al público en general.
En esta edición, el Govern abunda en su planteamiento desestacionalizador con el lema "better in winter" y presentará este jueves el patrimonio cultural de las islas como atractivo turístico. Y como el mensaje ya es conocido, es probable que la actual edición de Fitur sea más recordada como la del estreno del nuevo equipo de Turisme, con la vicepresidenta y consellera Bel Busquets a la cabeza y los nuevos directores Alzamora y Sansó. También es el Fitur del estreno del nuevo equipo de la Federación Hotelera liderado por Maria Frontera. De hecho, todos ellos han mantenido una primera reunión en la que la presidenta Armengol ha aprovechado para reclamar la complicidad de los hoteleros.
Quiere la presidenta que les ayude a conseguir una mejor financiación y un regimen fiscal especial para Balears; les ha agradecido el convenio que incrementará notablemento los ingresos de los trabajadores del sector en los proximos años y les ha insistido en que la ecotasa ha llegado para quedarse.
Los hoteleros, cuya postura contra la ecotasa es conocida, han cogido el guante a medias; señalan que se ha tratado únicamente de una primera toma de contacto y que aún habrá que hablar más. Más claro ha sido el presidente ejecutivo de Meliá, Gabriel Escarrer: sí a mejorar la financiación de las Baleares y sí a un nuevo REB, pero no a lastrar la competitividad con tasas que no se han dialogado y que se han impuesto sin análisis previos.
Es como si le estuvieran recordando a Armengol que la complicidad que demanda debería pagarse con la misma moneda, una simbiosis que ayuda a todos, pero que en ningún caso perjudique a una de las partes.