Cataluña, la precursora
jueves 04 de febrero de 2021, 04:00h
En estos días de campaña electoral catalana, conviene fijarse en lo que allí ocurre, pues Cataluña es en cierto sentido un avance de lo que nos espera. Ya que Venezuela o Argentina parece que no entran en la mollera de muchos, tenemos este otro ejemplo mucho más cercano y conocido. Cataluña lleva al resto de España unos 20 años, digamos, de ventaja en la degeneración democrática (aunque puede llegar un momento en que todo se precipite simultánea y repentinamente, como el copo de nieve que acaba partiendo el árbol).
Consideremos primero lo que Álvaro Delgado denominaba certeramente los “tres poderosos cañones” del pensamiento único: educación, medios de comunicación y redes sociales. En lo que a educación se refiere, Cataluña lleva décadas perfeccionando su sistema de adoctrinamiento nacionalista. ABC publicaba esta semana un nuevo estudio de los libros de texto de bachillerato. En Baleares lo conocemos bien, pues Societat Civil Balear y PLIS Educación por favor ya constataron que en las islas hemos copiado el mismo modelo. La Ley Celaá será un gran paso adelante en toda España por esta senda del lavado de cerebro infantil y juvenil, con asfixia de la concertada incluida. Téngase en cuenta que la ‘inmersión lingüística’ y la manipulación nacionalista de la historia se complementan con la ‘memoria histórica’, el género, el ecolojetismo anticapitalista y el laicismo militante. Todo coadyuva a la formación de nuevos votantes ‘progres’.
Por lo que respecta a los medios de comunicación, qué podría descubrirles desde el famoso editorial conjunto de doce periódicos contra aquella sentencia del Constitucional que sólo señalaba -parcialmente- la evidente inconstitucionalidad del Estatut de ZP y Artur Mas. Todas las televisiones, todos los periódicos de papel, coinciden en servir al conglomerado ideológico nacional-socialista. Sólo escapan algunas radios -y menos aún tienen el coraje de salirse siempre del ‘consenso’- y algunos digitales. La potencia de fuego está groseramente desnivelada. Como en el resto de España, pero en Cataluña desde hace más tiempo.
En cuanto a las redes sociales, se trata de un fenómeno más reciente y global. Pero qué buena muestra del nuevo orden nos aporta Twitter al censurar la cuenta de VOX justo al comienzo de la campaña. Si con Trump ha funcionado tan bien, por qué parar.
Completemos el análisis señalando el dominio de los espacios públicos por parte de los fascistas teóricamente antifascistas. Recordemos su lema: “las calles serán siempre nuestras”. Angelitos, sólo se apropian de lo que es de todos. Las turbas separatistas impiden a VOX hacer campaña con una mínima normalidad y seguridad, pudiéndose afirmar, por tanto, que no estamos ante unas elecciones libres. Añadamos la falta de neutralidad de ciertos cuerpos de policía, que parecen aplicar distinto rasero según quiénes sean los manifestantes o activistas: no suele pasar nada por insultar o agredir a la derecha, pero ay de ti si quitas lazos amarillos. Lo estamos observando ahora también en Baleares con el rigor con que se sanciona a los manifestantes contra Armengol.
Finalmente, tengamos en cuenta que Pedro Sánchez llama al voto por correo para que sea palanca del cambio, como en Estados Unidos, dice. Más le vale a la oposición estar bien pendiente del recuento, con la esperanza de que todavía tengamos jueces independientes a los que recurrir, pues el control del poder judicial aún no se ha terminado de completar.
Los resultados de las últimas elecciones catalanas revelan la creciente fortaleza de ese conglomerado nacional-progresista, cada vez más escorado hacia la extrema izquierda y el separatismo. Pero ahora los catalanes han podido experimentar la decadencia provocados por un Puigdemont/Torra y una Ada Colau en Barcelona. Ahora los jóvenes tienen además la huida de los ‘Youtubers’ frente al acoso de Hacienda, para darse cuenta de que la agenda ‘progre’ termina expulsando a los miembros más productivos de la sociedad.
Personalmente, no creo que Cataluña termine de escindirse, porque sin ese baluarte del ‘progresismo’, sería probable que el Gobierno nacional cambiara de bando. Sánchez no se lo puede permitir, al menos por el momento. Pero sí que cederá todo lo cedible y, prolongando en el tiempo esta política del pensamiento único, nos adentraremos, cada vez más irremediablemente, en un nuevo régimen ‘iliberal’ que de democracia sólo mantendrá un simulacro de elecciones. De lo que no se dan cuenta quienes lo apoyan es que, una vez instalado, ellos también perderán su libertad. Una vez Sánchez tenga todo el poder, que no duden que también lo usará contra ellos.
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Últimos comentarios de los lectores (2)
201107 | Carles - 10/02/2021 @ 20:14:48 (GMT+1)
Eres un nazi ignorante, y los que apoyan tus comentarios también.
Ni sabes que ocurre en Catalunya ni te interesa, pero si, lo que te interesa es escribir porqueria pura atacando a la gente y defendiendo el fascismo.
Pero tranquilo ignorante fascista. No pasareis.
La gente con sus votos va a decidir tarde o temprano si Catalunya será o no una República, y lo mismo va a pasar en Baleares, o sea, ve haciendo las matelas para que no te pille en ropa interior.
VOX es porqueria. Basura fascista, y los que los apoyan, también.
Pero aqui estamos, para defender la democracia y no caeremos en la tentacion NacionalSindicalista. Hitler llego al poder democráticamente. VOX no pasará. Palabra !!!
201031 | Isis - 04/02/2021 @ 18:23:38 (GMT+1)
Magnífico artículo Gabriel.Me parece estupendo de la primera a la última palabra.Haces hincapié en los temas más importantes cómo son: la intrusión total en el mundo infantil con la deplorable ley Celaá,el soborno a los medios de comunicación y también el intento de destruir las fuerzas armadas con múltiples triquiñuelas.
Todo esto ha hecho qué nuestra democracia baje bastantes puestos en la clasificación global de ellas,dentro de poco,como desgraciadamente vaticinas ya no estaremos en el escalafón.
Gracias por estos esclarecedores artículos.
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