Castro manda a Cristina imputada a la Audiencia
miércoles 25 de junio de 2014, 18:01h
El juez Castro ha mantenido hasta el último aliento de 167 folios su firme decisión de mantener imputada a la hermana del Rey. Tendrán que ser ahora tres magistrado de la Audiencia Provincial los que decidan si sientan en el banquillo de los acusados a la descendiente directa de la reina Victoria de Inglaterra, de Luis IV de Francia, de Carlos III de España y del Kaiser Guillermo de Alemania. Jamás por espacio de milenios la sangre azul había sufrido en España un golpe de imagen tan duro como éste con tribunales de por medio. Su aura de intocabilidad por parte del Código Penal ha terminado.
Los indicios que apuntan a una más que posible desimputación por parte de la Audiencia, ya que no acusan ni el Ministerio Público ni Hacienda y sólo lo hacen particulares como Manos Limpias, no empaña el hecho de que el caso Nóos sigue adelante.
Castro se hizo cargo del asunto Palma Arena hace ya más de un lustro cuando parecía que el objetivo final era Jaume Matas. Pero las sorpresas se han sucedido en cadena en estos años, tan plagados de acontecimientos. Cristina ya se salvó de una primera imputación pero sigue implicada en tres presuntos delitos. Su marido, Iñaki Urdangarin, está atrapado por todos los costados. Ahora mismo parece milagroso que consiga salvarse del banquillo y de una ejemplar condena. Lo mismo puede decirse de su socio Diego Torres y de la esposa de éste. El porvenir de Matas tampoco se antoja nada alagüeño. Solamente García Revenga, secretario de las infantas ha quedado al margen,
Este mantenimiento de la imputación de Cristina también se produce en un mes de junio histórico, marcado ya de cara a los siglos venideros por la abdicación de Juan Carlos I, la aprobación a un ritmo vertiginoso por las Cortes de la Ley de Abdicación y la proclamación de Felipe VI. Nunca tantos hechos ligados a la realeza se desarrollaron en un periodo de tiempo tan corto. Cuando Castro imputó por primera vez a Cristina, pertenecía a la Familia Real. Ahora es un pariente colateral del Monarca.
Aunque Cristina sea desimputada, vivimos tiempos de enorme calado, únicos. Los duques de Palma de Mallorca parecían intocables hasta hace pocos años, su nombre coronaba la tradicional Rambla de la capital de las Balears. Ahora viven apartados de todo en Suiza, rodeados por cordilleras de vergüenza.
Sólo falta esperar cómo razonarán los tres magistrados de Palma esta desimputación de Cristina, probablemente utilizando argumentos muy parecidos a los de Fiscalía. Pero lo seguro es que en España habrá un antes y un después al mes de junio del 2014, que ha determinado el final de la intocabilidad e infalibilidad de la sangre azul en nombre del Estado de Derecho y de la igualdad de todos ante la ley.