La defensa del dueño de la finca en la que está el pozo en el que murió Julen y la acusación que representa a los padres del niño han llegado a un principio de acuerdo in extremis que evitará el juicio previsto para este martes y en el que se iba a juzgar a David Serrano por homicidio involuntario.
Serrano ha aceptado un año de cárcel y no tres como solicitaba Fiscalía ni tres y medios como pedían los padres del pequeño. Al carecer de antecedentes, no ingresará en prisión.
No obstante, para que el acuerdo sea validado por la jueza, el único acusado se compromete a reconocer los hechos y deberá indemnizar a la familia con 180.000 euros.
UN ACUERDO IN EXTREMIS PARA EVITAR UN JUICIO MEDIÁTICO QUE REMEMORARÍA EL DOLOR DE LOSPADRES
Los padres del pequeño -que están esperando otro hijo para dentro de pocas semanas- no querían tener que volver a pasar por el dolor de un juicio en las que unos cincuenta testigos volverían a relatar lo sucedido en aquellas dos semanas.
Además, los progenitores del pequeño Julen no querían volver a exponerse a los medios de comunicación después del trato que recibieron de algunos durante la cobertura del siniestro.
El pequeño de poco más de dos años fue rescatado sin vida 13 días después de caer en dicha prospección hace un año. Su rescate mantuvo en vilo a todo el país.