Desde el 9 de mayo la ciudadanía de Palma disfruta de la calzada del Passeig Marítim, desde la rotonda de Porto Pí hasta es Portitxol, para su uso y disfrute. Aunque inicialmente el Ajuntament de Palma anunció que únicamente se cortaría el tráfico en aquella vía los fines de semana, cosa que yo mismo critiqué en este digital en un artículo titulado “Pasearemos solo los fines de semana”, la realidad es que el éxito de la iniciativa llevó a Cort a rectificar y prolongar la medida a todos los días de la semana, algo que es justo celebrar y felicitar a los responsables.
Son centenares si no miles quienes aprovechan para pasear y hacer ejercicio en tan extensa y privilegiada zona. Además, ahora la Autoritat Portuària de Balears (APB) ha anunciado que uno de los tres carriles de la calzada contraria (la que va en sentido hacia Porto Pí) será peatonalizado para que las terrazas puedan ampliar su aforo y distanciar sus mesas, de modo que también en aquel lado los peatones ganarán espacio para pasear. Pese a la lentitud que caracteriza a Ports de Balears debemos extender la felicitación que antes hemos dirigido a Cort.
Ahora solo faltará que además de cerrar los accesos con autobuses de la EMT utilizados como bolardos para evitar el acceso de vehículos con malas intenciones, alguien decida tomar alguna medida contra los ciclistas, patinetes, patines, bicis eléctricas y todo tipo de artilugios que a velocidades impresionantes circulan junto a los peatones. Yo mismo casi tiré a un ciclista al suelo al pasar este muy cerca de mí, algo que lamento. Lamento que no cayera, quiero decir. Aún tuve que llevarme un improperio. Está visto que el Passeig Marítim se ha convertido en una especie de hipódromo de Ascot con caballos galopando a toda velocidad. Caminar por allí es jugarse la vida.
Cuando se anuncia que se peatonaliza una calle, significa que la toman para sí los artilugios mecánicos más variopintos, de impulsión eléctrica o mecánica, muchos de los cuales alcanzan los 40 kilómetros por hora
Teniendo un carril bici fenomenal, no les es suficiente y la calzada entera es utilizada como pista de competición por numerosos chavales. Si algún día no hay una desgracia, será porque Dios no quiera. ¿Ustedes creen que la Policía Local hace algo? Salvo mirar, nada. Por lo visto, cuando se anuncia que se peatonaliza una calle, significa que la toman para sí los artilugios mecánicos más variopintos, de impulsión eléctrica o mecánica, muchos de los cuales alcanzan los 40 kilómetros por hora. Y luego habrá que oír a los políticos palmesanos presumir de haber peatonalizado no sé cuántos kilómetros de la ciudad. No es verdad porque los peatones no pueden estar tranquilos en ningún sitio. Bueno, sí, cada uno en su casa.