¿Con qué palabra definiría la situación en la que se encuentra hoy el PP balear?
Desconcierto.
¿Por qué?
Porque falta un referente ideológico. En estos momentos hay una orfandad total de ideología y de alguien que marque la línea a seguir desde el punto de vista ideológico. Todo ello, unido a que nadie quiere moverse porque “el que se mueve no sale en la foto” y todo el mundo quiere estar, todo el mundo prefiere tener un perfil gris.
Nadie parece tener la culpa de ello porque no hay a la vista aún el esperado congreso regional…
Entiendo que no sea culpa de nadie la organización estructural del partido. Nadie se podía imaginar lo que está ocurriendo a nivel nacional. Pero sí es culpa de los que están ahí la falta de posicionamiento en determinados temas que son muy sensibles para el electorado de centro-derecha. Eso es achacable a la falta de personalidad y de principios de los que ahora están al frente del partido.
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¿Lo dice por Miquel Vidal?
Yo tengo muy buena relación personal con Miquel Vidal, nos conocemos hace muchísimos años. No quiero centrarlo todo en él, pero cuando hay un número uno, un líder, el primer responsable es él.
Cuando el cadáver está todavía caliente que te apuñalen por la espalda por haber defendido lo que defendieron todos, me parece lamentable.
¿Las elecciones de 2015 las pierde Bauzá o las gana la comunidad educativa?
Se habla del batacazo y nos olvidamos de que Bauzá ganó las elecciones anteriores con unos resultados extraordinarios. Yo creo que se cometieron errores en parte porque era muy difícil gobernar en esos momentos por la crisis y había que cuadrar los presupuestos. Dicho esto, hay que señalar errores internos a nivel de partido y también en materia de educación.
¿Errores internos con mayoría absoluta?
Sí. Se cometieron. El afiliado no se sintió bien tratado. En determinados momentos, creo que el dirigente tiene que demostrar que está ahí. El partido no se sintió bien tratado por sus dirigentes y eso tuvo sus consecuencias. Y luego está el tema educativo. Hubo una campaña de los profesores apoyada por los principales medios de comunicación, en parte, porque se habían retirado las subvenciones.
Creo que el PP balear fue muy injusto con Bauzá
¿Bauzá debió sentarse con la Asamblea de Docentes?
Los que hemos sido alcaldes hemos recibido siempre a todo el mundo. Creo que hay que recibir a todo el mundo. Se tendría que haber hecho, pero creo que en origen el asunto estuvo mal gestionado desde la conselleria de Educación.
¿Por el TIL?
Nadie critica el trilingüismo. Critican como se llevó a cabo todo. Ahora, después de tres años, puedo decir que el único que criticó rotundamente como se estaban haciendo las cosas respecto al TIL fui yo. Lo pueden confirmar todos mis compañeros del Consell de Govern. Hice informes por escrito ya avisando de los problemas que iba a traer el TIL. Entonces tuve un enfrentamiento con Bosch, el conseller, porque yo no estaba de acuerdo con como se estaban haciendo las cosas. Ambos pusimos nuestro cargo a disposición del presidente. Fui el único que se manifestó en contra. Biel Company, por ejemplo, que después ha salido criticándolo, en Consell de Govern jamás abrió la boca.
¿El PP ha sido justo con Bauzá?
No. Creo que fue muy injusto. Hasta dos días antes de las elecciones todo el mundo le hacía la pelota. Tengo en mis manos el programa con el que Bauzá se presentó al congreso regional que ganó y en educación hablaba de la libre elección de lengua, de la derogación del Decreto de Mínimos, de las modalidades insulares, etc. Entonces, cuando el cadáver está todavía caliente que te apuñalen por la espalda por haber defendido lo que defendieron todos, me parece lamentable.
¿Ha entendido la renuncia de Mateu Isern?
Cuando se habla de temas personales, hay que entenderlo siempre sin ir más allá. Cuando yo dimití de conseller, también fue por motivos personales. No por nada de todo lo que se dijo después, como el caso Radio Calvià donde la justicia me acabó dando la razón. Hay que entender a Mateu Isern.
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Algo de renovación sí se ha dado en el partido en las últimas semanas. ¿Qué opinión tiene de Sebastià Sagreras y Llorenç Galmés, secretario general y portavoz, respectivamente?
Ambos sí representan perfectamente la renovación. Tengo un muy buen concepto de ambos. Son dos alcaldes que, además, ganan elecciones. Para mí son imprescindibles.
Lleva 3 años fuera de la primera línea política. ¿En este tiempo ha visto algo en su partido de lo que se haya avergonzado?
Cuando uno va cumpliendo años, la capacidad de ruborización va disminuyendo. No recuerdo nada en especial.
¿Por qué no está usted ya en la dirección del PP balear?
No estoy porque no he querido. Miguel Vidal no me echó. Me llamó cuando tenía que renovar el comité de dirección, este verano, y me preguntó literalmente qué era lo que yo quería hacer. Yo le respondía que sólo seguiría si de verdad ninguno de los viejos dinosaurios iba a optar a cargos remunerados, yo seguiría. Me dijo que a eso no se podía comprometer.
Si organizaciones como la Fundació Jaume III o Círculo Balear no existieran, ¿habría que inventarlas?
Creo que todas las organizaciones que sean democráticas y pacíficas son bienvenidas. A mí me da mucha rabia que según qué organizaciones de ámbitos de la izquierda sean tan bien tratadas por los medios y haya otras como estas dos que sean criminalizadas por defender ideas distintas. Han sido calificadas de ‘extrema derecha’. Yo tengo amistad con ellos y de ‘extrema derecha’ no tienen nada. Sólo pretenden que además del mallorquín se pueda estudiar en español.
¿Usted pertenece a alguna de estas dos entidades?
No, a ninguna.