Canción triste de General Riera
martes 14 de octubre de 2014, 18:00h
Los padres y el tío de tres hermanos están en huelga de hambre. Han montado una tienda de campaña en la calle General Riera, delante de los Servicios Sociales del Consell de Mallorca. Allí piden a los transeúntes que firmen un manifiesto en el que piden que les devuelvan a sus hijos.
Son una chica de 12 años, un niño de 9 y un bebe de 18 meses. Según los técnicos del IMAS, estaban mal criados, en peligro y situación de abandono y desamparados. Dicen que vivían en la miseria y con pocos recursos. Los padres están en el paro y recogen chatarra para vivir. Tienen casa pero su situación es de pobreza y dudan de su capacidad para criar a sus hijos.
Hasta aquí la historia oficial. La triste canción de la realidad de una familia separada.
La segunda parte de la historia cuenta que son españoles de Melilla, musulmanes de religión, pobres y sin estudios ni capacidad para defenderse ante la administración. Una situación que provocó la primera suspensión de la tutela de los padres y que fuesen los servicios sociales los que le quitasen a su hija mayor. Ahora les han quitado a los otros dos más pequeños.
Confío en los técnicos del IMAS y en Catalina Cirer, Me consta su sensibilidad y su capacidad para resolver problemas de esta categoría. Pero mi experiencia personal me pone en alerta y me hace pensar en la triste canción de esas tres criaturas alejadas del cariño de sus padres.
Y me pregunto; esta sociedad debe estar en manos de la familia o de las instituciones?.
Por qué se actúa así con esta familia y jamás así con otras familias de la ciudad.
Si ha habido algún tipo de maltrato a los niños, por qué no se ha denunciado ante la fiscalía de menores.
Se atreverían estos técnicos a llevarse a los niños de una familia gitana o del Senegal ???. La respuesta es no. Y no lo harían nunca y nunca lo han hecho, porqué los padres y el resto de la familia, y son mucha familia, se les hubiesen tirado al cuello, al degüello.
Las instituciones deben velar por los derechos de los niños. Pero ojo, también por los derechos de los padres a estar con sus hijos. A estos, solo les permiten una visita cada 15 días. Y a mí no me parece justo. Si hay peligro para los niños que actúen y los denuncien. Pero si me dicen que es porque son pobres y sin recursos, que metan en la cárcel a los responsables políticos de la situación. Y que hagan visitas a Corea y Son Baya, a la Soledad y a Son Gotleu y encontrarán cientos de familias con problemas, sin dinero ni recursos para educar a sus hijos. Pero todas se morirían de hambre antes que desatender a los suyos.
Como se pueden morir de hambre esa familia, en huelga de hambre por ver a sus hijos.
Qué lástima que aun no ha empezado la campaña electoral. Otro gallo cantaría.