Ca'n Matarino, otro pequeño comercio que cierra

En el centro de Sóller, en la emblemática calle Sa Lluna, se erige Ca'n Matarino, una carnicería que ha sido testigo y partícipe de la vida del pueblo durante más de un siglo. Fundada por la familia Matarino en 1910, este negocio ha pasado por cinco generaciones, elaborando con maestría embutidos, patés, caldos caseros y sobrasadas, productos que han deleitado tanto a locales como a visitantes.

La noticia de su cierre, programado para el próximo 31 de diciembre, dejará un vacío profundo en la comunidad. Ca'n Matarino no era solo un lugar para adquirir productos; era un punto de encuentro donde se compartían historias, se forjaban amistades y se mantenían vivas las tradiciones mallorquinas. Más allá de sus excepcionales especialidades, como la sobrasada de cerdo negro y el butifarrón, lo que hacía único a este lugar era la calidez y dedicación de quienes estaban detrás del mostrador: la familia Matarino, que marcaba la diferencia con su trato cercano y su amor por el oficio.

La fachada de la carnicería, con su rótulo clásico y su escaparate lleno de delicias, formaba parte del paisaje cotidiano de Sóller. Los aromas que emanaban de su interior se mezclaban con el bullicio de la calle, creando una atmósfera única que ahora se extrañará profundamente.

El cierre de Ca'n Matarino es mucho más que la despedida de un negocio centenario; es el adiós a una parte esencial de la identidad sollerica. También es un recordatorio de los desafíos que enfrentan los pequeños comercios: trabas burocráticas, normativas asfixiantes diseñadas para que solo los grandes puedan cumplirlas, la falta de incentivos fiscales y otros obstáculos que dificultan la supervivencia de estos negocios. Es crucial que las administraciones tomen nota y trabajen para proteger el comercio local, que es el alma de nuestras comunidades.

Hacemos un llamamiento para que no se pierda este legado, fruto de más de cien años de recetas, esfuerzo y tradición. A medida que Sóller avanza, es vital recordar y honrar lugares como Ca'n Matarino, que con su labor silenciosa y constante, han tejido la rica historia y cultura de este rincón de Mallorca. Su legado permanecerá para siempre en el corazón de quienes tuvieron la suerte de vivirlo.