El proyecto de educación afectivo sexual del Ayuntamiento de Calvià y el estudio elaborado por el sociólogo de la UIB Lluís Ballester sobre consumo de pornografía entre niños y adolescentes protagonizan la última entrega del programa de TVE 'En Portada'. Bajo el título 'Mi hijo no ve porno', este espacio aborda desde diversos puntos de vista la realidad de un problema de creciente preocupación social por su gran alcance y dificultad a la hora de prevenirlo.
El programa 'En Portada' ha dedicado su útima entrega a la consumo de pornografía entre niños y adolescentes. En este espacio, tanto el pionero programa de educación afectivo sexual que desarrolla desde 2021 el Ayuntamiento de Calvià entre chavales de 3 a 20 años, como el sociólogo de la UIB Lluís Ballester, autor de un reciente estudio sobre el consumo de pornografía en esa franja de edad, ocupan un lugar protagonista.
Bajo el título 'Mi hijo no ve porno', el programa de TVE refleja algunos momentos de una charla ofrecida por la responsable del Servicio de Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Calvià, Sandra Sedano, a adolescentes del IES Bendinat del municipio. Sedano relata cómo los adolescentes, "y sobre todo ellas, han normalizado tanto la violencia que pueden sufrir, que ya no la identifican".
En el programa, Sedano, pregunta a los alumnos de una clase de 14 y 15 años sobre la forma en que entraron por primera vez en contacto con la pornografía. Los adolescentes relatan que fue a través de anuncios que surgían mientras buscaban en Google o cuando miraban un video de Youtube.
Explican que estos anuncios suelen surgir "cuando buscas en páginas no oficiales para descargarte una película", o bien "viendo fútbol de manera pirata". "En cualquier red no segura intentan siempre meterte estos anuncios y enlaces", asegura uno de los alumnos, mientras otra señala que "algunos lo ven por placer o por decir que lo han visto, porque así se sienten más mayores".
Sedano pregunta también a los chavales si les ha llegado alguna invitación a través de la red social Instagram para formar parte de un grupo de porno. La maoría levanta la mano para afirmar y a la pregunta sobre cómo funciona, algunos relatan que "nos llega una invitación a participar en grupo con un enlace para meternos en el grupo" o que "hay empresas que generan bots automáticos y te piden solicitud para seguir y poder enviar enlaces, pero no son personas, están generados" con el objetivo de captar a los jóvenes.
En ese sentido, una chica cuenta que "cuando subes una historia en Instagram, y no hace falta que sea provocativa, puede ser una foto con amigos en cine o resultados fútbol, te das cuenta de que te da like una cuenta que no conoces de nada con fotos en su perfil de chicas desnudas, y que en su biografía tienen enlaces a canales para que produzcas contenido o lo consumas". "Es algo que a veces incluso incomoda, lo que hacemos es o eliminar la solicitud o bloquear", apunta.
También comenta una profesora del IES Bendinat, Poli Alou, que las familias les aseguran que sus hijos no ven porno. 'En Portada' recuerda en el reportaje que "el 90 por ciento de los adolescentes han visto porno, pero solo 15 por ciento familias creen que lo han hecho". Alou apunta a que "parte de la sociedad cree que debemos tratar este tema y parte cree que no, pero si en la escuela no lo trabajamos, ¿quién lo hará?".
Por su parte, Lluís Ballester, Doctor en sociología de la UIB, señala que "hablamos de una pornificación de Internet". "Tanto las redes sociales como los juegos y otros productos están pornificados y facilitan el acceso al porno", apunta Ballester, para quien la consecuencia es que "se normalizan las prácticas que se ven en esos videos", algunos de los cuales son brutales.
Agrega que "el casting de la pornografía en estos momentos se está haciendo en redes sociales generales muy normalizadas. y en otras especialmente, como OnlyFans". Respecto a las agresiones sexuales en grupo, Ballester apunta que en ocasiones "se prepara en grupo, se considera la guionizació de esa aventura que preparan, y luego se alardea de lo que se ha hecho, a veces comparándose con figuras del porno internacional".
Lluís Ballester, que aparece en una de las charlas que ofrece en centros educativos y de salud sobre el estudio hecho en la UIB sobre consumo de pornografía entre niños y adolescentes, considera que la regulación necesaria de la elaboración y distribución de pornografía "en ocasiones será de prohibición y de persecución a los ejecutivos (de empresas) que no cumplan con las restricciones y sigan distribuyendo en Internet de la forma que sea productos tóxicos".
Por último, una alumna del IES Bendinat de Calvià reivindica que "se considera que somos una generación manipulable, pero tenemos cabeza, sabemos lo que queremos hacer y cómo, y sabemos impornernos".