Este verano las cosas han sido muy distintas al del verano de 2014, donde Magaluf fue protagonista involuntario de una escena escandalosa que se vino en llamar ‘mamading’. Así lo ha confirmado el alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, y el presidente de los hoteleros de Palmanova – Magaluf, Sebastià Darder. No es solo una apreciación subjetiva ya que han aportado datos, como el incremento de los turistas adultos y en pareja y el descenso de los turistas jóvenes, que además ha llevado aparejado un aumento de la ocupación en los meses de agosto, septiembre y octubre.
Hay que reconocer el esfuerzo de todos los sectores implicados, pues tras el polémico vídeo difundido por mallorcadiario.com, todo el mundo tomó conciencia de que había que cortar de raíz con un modelo de turismo de borrachera que suponía pan para hoy y hambre para mañana. Así, los hoteleros, los restauradores, los comerciantes, junto a las instituciones públicas (singularmente el Ajuntament de Calvià, aunque también el Govern y el Consell) se conjuraron para poner todos los medios necesarios para acabar con aquel modelo ruinoso y decadente.
Gracias a la aprobación de una nueva ordenanza municipal y su aplicación extricta por parte de las Fuerzas de Seguridad, con un aumento de policías locales y guardias civiles –y también agentes extranjeros en patrullas conjuntas– se ha conseguido dar la vuelta a la situación y ahora, gracias al esfuerzo de todos, se percibe un cambio drástico que demuestra que si todos los sectores implicados se lo proponen y trabajan conjuntamente, es posible regenerar una zona degradada y convertirla progresivamente en un destino de excelencia.
Otros muchos municipios de Balears deben tomar ejemplo y ponerse a trabajar inmediatamente para poner coto al desmadre y a la delincuencia. En Calvià se ha demostrado que si se quiere, es posible.