Según ha explicado este viernes en un comunicado el Consistorio, el caso más significativo fue el abandono de 84 sacos con restos de materiales de construcción en la zona protegida de Cala Falcó.
El último caso ha sido esta semana en la zona verde de la Marina de Magaluf, junto al campo de cricket. Se han localizado 30 sacos con restos de obras de un pub de Magaluf, además de restos de madera y puertas con el logo del antiguo establecimiento.
Además, en el Ayuntamiento de Calvià no consta que el nuevo propietario del local cuente con la licencia de obra pertinente para llevar a cabo dichas obras.
Por otra parte, en Palmanova se hallaron escombros en la zona de Punta Marroig; en la zona de Peguera se tuvo que solicitar al causante del vertido a que retirara material de obra de un chalet; y en la calle Mestral de Peguera se localizaron escombros de obras.
En el Toro, se detectó una gran cantidad de poda junto a un contenedor, la Policía local pudo localizar la vivienda de donde procedía pero no al propietario, mientras que en Son Ferrer, también se han vertido restos de poda en medio de la vía pública.
Los responsables de la obras y acondicionamiento de jardines se enfrentan a una multa de entre 901 y 45.000 euros según la Ordenanza municipal para la recogida de residuos municipales y limpieza de espacios públicos de 22/04/2014.
El Ayuntamiento ahora tendrá que valorar el daño ocasionado, la repercusión de la contaminación, el grado de intencionalidad o culpabilidad y el coste de la restitución y la adopción de medidas correctoras por parte del infractor con anterioridad a la incoación del expediente sancionador, entre otros aspectos.
BANCO DE TIERRAS
El Ayuntamiento de Calvià ha puesto en marcha un proyecto para estudiar la viabilidad de la creación de un Banco de tierras en el municipio.
Se trata de una base de datos que registra, por una parte, las parcelas potencialmente agrícolas que se encuentran en situación de abandono y, por otra, las personas que están interesadas en su explotación.
El objetivo es recuperar las tierras agrícolas abandonadas y, en consecuencia, poder recuperar el paisaje y devolver los antiguos oficios al municipio que se han ido perdiendo de forma gradual.