Tras los acontecimientos de los últimos meses, se estima que hay unos 4 o 5 millones de turistas rusos que han quedado huérfanos de destino para el verano. Las malas relaciones de Rusia con Turquía (uno de sus principales destinos), o la inestabilidad de Túnez o Egipto tras varios atentados, ha hecho que Calvià acuda a FITUR a la búsqueda de esos turistas rusos.
Joan Mesquida es la persona que estos días se reúne y habla con touroperadores y representantes del mercado ruso turístico para convencerlos de las bondades de Calvià. Sin ninguna zona como preferencia, Mesquida está vendiendo tanto Palmanova, como Santa Ponça o Magaluf.
El representante del municipio mallorquín espera poder recoger en río revuelto y se ha lanzado en una ofensiva total para captar el mayor número posible de contratos para este 2016.