Durante el último trimestre de 1936 y en medio de la Guerra Civil, las carreteras de Calvià, la playa de Palmanova y el Caló d'en Pellicer, así como el cementerio, fueron localizaciones donde se llevaron a cabo múltiples asesinatos -hay documentados un mínimo de 22-.
Según las investigaciones de Manel Suárez, al menos cinco cadáveres fueron hallados delante de la puerta del cementerio, cuerpos que muy probablemente fueron enterrados en lo que entonces se llamaba 'fossa de terra'. En los cinco años siguientes continuaron los asesinatos con 50 víctimas más.