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Calma y confianza ante la expansión del coronavirus

miércoles 05 de febrero de 2020, 00:00h

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El contagio del coronavirus está provocando una gran preocupación social en todo el mundo. Los datos clínicos señalan que la enfermedad ha alcanzado ya niveles epidémicos y que, muy pronto, podría convertirse en pandemia. Esta expansión del virus obligó hace una semana a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar el estado de Emergencia Global con la puesta en marcha de protocolos de prevención y alerta.

La capacidad expansiva del virus es ciertamente elevada, si bien el índice de mortalidad es realmente bajo, entre el 2 y el 3 por ciento de los infectados. Es razonable, de todas formas, el miedo al contagio, especialmente por tratarse del brote de una enfermedad hasta ahora desconocida. El temor a una nueva pandemia parece lógico. Situaciones como la actual se produjeron hace unos años con episodios como los sufridos con el virus Zica, el síndrome Sars o la gripe Aviar; todos ellos tuvieron al mundo en vilo hasta que fueron controlados y superados. De momento el coronavirus no alcanza la virulencia de los anteriormente citados por lo que lo más sensato, en este caso, es actuar con calma y confiar en la profesionalidad de las autoridades sanitarias.

Entre los daños colaterales: la criminalización de la colonia de ciudadanos chinos en el extranjero -que en España ha provocado llamadas a la no discriminación por parte del embajador chino- y, sobre todo, el pánico a una crisis económica de alcance mundial. Este lunes las bolsas chinas se desplomaron en una jornada negra provocada por el posible impacto de la epidemia en la economía; la propia China ha revisado a la baja las previsiones de su crecimiento económico, que podría perder un punto porcentual y quedar en el 5 por ciento. Los transportes y el comercio mundial podrían verse afectados.

La propagación del pánico, más veloz que el contagio de la enfermedad, no ayuda de ninguna de las formas; al contrario, puede complicar notablemente la gestión de una crisis sanitaria sobre la que ya se están aplicando medidas. Mantenerse informado y aplicar el sentido común pueden ser las mejores recetas para todos aquellos que observamos el fenómeno de lejos.