Caganera Armengol

El escritor catalán Basili de Rubí afirmaba que “el caganer es un elemento de mal gusto, incompatible con los cánones de las bellas artes y el esteticismo”.

Yo no seré tan duro con esa figurita del Belén. Para mi es de peor gusto despedir 2016 conociendo que este año Francina Armengol y su “gobierno de la gente” han subvencionado el pancatalanismo en Baleares con más de 1 millón de euros públicos mientras destinan 200.000 euros a lo que ellos llaman "rescate energético de familias” que no pueden hacer frente a las facturas de luz o gas. Están claras sus prioridades.

Es un no parar. Esta misma semana en la reunión que mantuvieron la presidenta del gobierno balear y el presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, la señora del palacete acordó destinar 500.000 euros públicos de los presupuestos de Baleares al principal órgano de promoción pancatalanista al servicio del independentismo que promueve la Generalidad: El “Institut Ramón Llull”. Los ciudadanos de Baleares estamos subvencionando un órgano dependiente del gobierno golpista de Cataluña que promociona la cultura de Baleares como una parte de la cultura catalana. Y todo ello con el nombre del mallorquín más universal de la historia para apropiárselo.

Armengol está en perfecta sintonía con los que vulneran la Constitución. De hecho, en la próxima conferencia de presidentes, la socialista actuará de mensajera del presidente catalán presentando el trabajo sobre financiación que ha realizado el gobierno separatista catalán. El servilismo y la pleitesía que rinde la presidenta de Baleares a la Generalidad de Cataluña causan vergüenza ajena.

El catalanismo de Francina Armengol es una obsesión digna de análisis psiquiátrico. Quizá mi colega de columna en Mallorca Diario, Miguel Lázaro, algún día pueda diagnosticarla. Le aconsejo que empiece hablando con su padre quien ya nos advirtió que la nacida en Inca “se sentía muy catalana”. Lo que no nos dijo es que su esquizofrenia identitaria costaría tanto dinero a los contribuyentes.

Dicen que el “caganer” es una de las figuras más características de la imaginería catalana popular navideña, por lo que no les extrañe que, a este paso, mallorquines, menorquines e ibicencos contemos con una caganera Armengol, subvencionada, en nuestro Belén. Aunque le daría la razón a Basili de Rubí... Mejor no doy ideas. ¡Feliz Navidad!