La banda operaba en zonas residenciales de Mallorca, estudiando previamente las viviendas, y entraban en ellas de noche para robar joyas, dinero y coches.
El 'modus operandi' era seducir a las víctimas mediante una aplicación de citas, creando perfiles falsos. Cuando sabían dónde se ubicaba la vivienda, concertaban una cita, y momentos antes de la hora a la que habían quedado, la banda se desplegaba en las proximidades de la vivienda. El que se había creado el perfil falso, le decía a su cita que de camino había sufrido una avería y si podía ir a buscarle. Es en ese momento, cuando el grupo entraba y cometía el robo.
En total, la Guardia Civil ha esclarecido 11 delitos contra el patrimonio en viviendas y el robo de 10 vehículos. Todos los coches han sido recuperados por la Guardia Civil y devueltos a sus propietarios.
Cuatro de ellos ya han sido detenidos y han ingresado en prisión; el resto están siendo investigados.