La alarma disparada por la vicepresidenta y consellera de Turisme, Bel Busquets, afirmando que peligra la presencia de Baleares en las ferias turísticas de Berlín y Londres de este año constituye una irresponsabilidad sólo explicable por la intención de hacer un uso político de una situación que tiene fácil solución. Busquets argumenta que el desvío de 2,7 millones de euros de los presupuestos de promoción turística para destinarlos a proyectos de vivienda social pone en riesgo la asistencia a las citadas ferias. El desvío se produjo tras aprobarse una enmienda de Podem que, por error, fue apoyada por el Grupo Popular. La "faena" que los propios socios de Podem hicieron a los Presupuestos defendidos por el Govern fue mal digerida por el ejecutivo, especialmente por Més y la vicepresidenta Busquets, que curiosamente cargó contra el PP en vez de poner en evidencia la actuación de los podemitas.
Busquets insiste ahora en el perjuicio que este trámite parlamentario, que significó un buen varapalo para el equipo de gobierno. Afirma la vicepresidenta que puede significar el final de unas 40 contrataciones laborales, además de tener que renunciar a acudir a la ITB de Berlín y a la World Travel Market de Londres. Busquets sabe que el Govern tiene mecanismos suficientes para habilitar recursos económicos que reconduzcan la situación. De hecho, son habituales las modificaciones de crédito para dotar de presupuesto partidas que no lo tenían.
Llevar la incertidumbre y las dudas a un grupo de trabajadores de la administración o al propio sector sobre el que se sustenta la economía de la comunidad no es de recibo. Y menos si se hace con una intención partidista. Por error, el PP se equivocó al emitir su voto y acabó apoyando el desvío de la partida de promoción turística. Pero Bel Busquets podría solucionarlo todo con mucho menos ruido y sin provocar el pánico en un sector que, precisamente, echa en falta mucha más promoción y que tiene en Alemania y el Reino Unido los mercados de los que provienen la mayor parte de los turistas que eligen las Baleares. Sólo por esto, Busquets debería anteponer su condición de máxima responsable de la política turística en la comunidad a los réditos partidistas que puedan aportar declaraciones alarmistas como las suyas de este miércoles.