A pesar de tener un ojo de cristal, Michael Burry lo ve claro y ha apostado a que habrá un crash y él ganará con la bajada de precios.
Michael fue uno de los pocos que se anticipó a la caída del mercado inmobiliario de 2008 y se lucró por ello. Ya en 2005 encontró un patrón de caída tras analizar miles de datos sobre la composición de los bonos hipotecarios de los grandes bancos de inversión.
No empleó Inteligencia Artificial ni Big Data, menos desarrollados en aquel entonces, sino que empleó su Asperger como acicate para sumergirse en el análisis concienzudo de cientos de páginas. El trash metal le mantenía la mente activa. Quienes padecen Asperger se obsesionan con los temas que les son afines y acaban dominando la materia. Suelen tener mentes brillantes aunque tienen escasas habilidades sociales. Michael Burry, con un ojo de cristal por una enfermedad de su infancia, mucho más. Elon Musk y Craig Wright son otros dos grandes que padecen ese síndrome.
Tras el análisis de tomos y tomos de folios con datos, Michael observó un patrón bajista por el aumento de los impagos en las hipotecas de la gente sin trabajo estable que se iba a acentuar tras el paso forzoso a tipos de interés variable.
Aguantó una elevada presión y demandas de los inversores de su fondo y las risas de la banca pero nunca cedió. Nunca iban a bajar los precios de las viviendas porque nunca habían bajado, espetaban y dejaron de creer en él. Pero Michael vio el patrón y aunque los precios de las viviendas subían y su fondo iba perdiendo dinero solo tenía que esperar, aunque no fue un camino de rosas.
Esta semana acaba de conocerse otra inversión de Michael Burry expuesta en un informe de la SEC (Comisión del Mercado de Valores) en el que se muestra como su fondo apuesta a la caída de las Bolsas (S&P 500 y Nasdaq) y montones de gurús se han hecho eco de ello en las redes sociales alarmando a la población.
Afirman que Michael ha apostado el 93% de su capital, es decir, 1.600.000 millones de euros pero eso no es así. Los más sensacionalistas titulan sus vídeos algo como: Michael Burry apuesta toda su fortuna a la caída de los mercados y que hay que venderlo todo.
Lo que ha hecho Michael no es apostar ese dinero sino que como cuando con un seguro pagamos una prima y estamos exponiendo un valor a que si se da una contingencia, el seguro la cubra. Por ejemplo, si pagamos una prima por un seguro de hogar en el que aseguramos un contenido de 30 mil euros y un continente de 200 mil, la exposición es de 230 mil pero lo que realmente hemos pagado son las primas del seguro, mucho menores.
Michael ha comprado opciones put que son unos contratos financieros que le dan esa exposición de 1.600.000 millones de euros (ahí es nada) pero ni mucho menos ha puesto ese dinero. Mucho menos un 93% de su capital personal o de su fondo. Michael ha comprado 20.000 opciones put contra el índice S&P 500 y otras 20.000 contra el Nasdaq. El desembolso realizado por las primas que le dan derecho a ejercer esas opciones se estima entre los 50 y los 100 millones de dólares, aunque la exposición que permiten estos instrumentos financieros es la que dicen los youtubers de turno. Es su exposición, no su desembolso, como en los seguros de hogar.
De esta noticia hay que resaltar varias cosas. Una es que hay que escuchar lo que dice alguien que acertó en la crisis de 2008 (yo lo hago) pero que Michael Burry apueste a la baja no quiere decir que vaya a ocurrir. Escuchar y valorar. Él también se equivoca. Por ejemplo, el 31 de enero de este año lanzó un mensaje en Twitter diciendo “Sell” (vende) y no ocurrió nada anormal en los mercados. El 30 de marzo reconoció en otro tuit que se había equivocado diciendo “sell”. Nadie, ni siquiera Michael Burry conoce el futuro.
Otra conclusión es que estamos faltos de héroes y referentes. Encumbramos a gente con facilidad. Quizá de lo que están faltos los influencers es de noticias que moneticen sus canales porque, enseguida que se ha conocido esta información (que, por cierto no es actual sino de 30 de junio) no han faltado las noticias alarmantes de un posible colapso de la economía y que Michael está all-in (con todo su patrimonio dentro) cuando hemos visto que no es así. Ya saben que el alarmismo da dinero. Se llama “clickbait” o un cebo para hacer click. Es una técnica que pretende atraer visitantes (dinero para los creadores de contenido) con titulares sensacionalistas.
Pero lo que más me preocupa es el bajo nivel de formación financiera de este país en el que un youtuber con mucha labia que ha visto la película de Michael Burry, nos puede condicionar diciendo que Michael ha apostado todo su dinero y que tenemos que seguirle a pie juntillas porque “no lo dice él sino quien ya anticipó la crisis de 2008”. Acto seguido te recomienda su película (“The Big Short” o “La Gran Apuesta”) que es un peliculón muy recomendable pero es todo lo que el youtuber sabe de Michael.
La falta de información nos hace caer fácilmente en manos de pseudoexpertos, no solo en el ámbito económico sino en cualquiera.
A pesar de su ojo de cristal Michael Burry lo ha visto claro y ha tomado posiciones importantes a que baja todo. Y debe ser tenido en cuenta su criterio. También anticipa una crisis otro grande como es Ray Dalio. Pero ni siquiera se fíe de Burry ni Dalio. También se equivocan. Lea este verano algo de finanzas y fíese de su propio criterio y, por supuesto, huya del que le digan los expertos televisivos que tanto opininan de economía como de volcanes o vacunas.