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Botellones en la playa

viernes 24 de julio de 2020, 00:00h

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Las playas de Magaluf y Santa Ponça se han convertido en escenario de la juerga y los botellones, una vez clausurados los locales de ocio nocturno de Punta Ballena por orden del Govern. La fluencia mayoritariamente de jóvenes se produce a partir de la dos de la mañana, cuando cierran los bares de la zona que todavía pueden abrir.

El resultado -como recogía mallorcadiario.com este jueves- son aglomeraciones en las playas hasta altas horas de la madrugada, ruido y multitud de residuos todas las mañanas sobre la arena. La Policía Local de Calvià ya ha interpuesto sanciones por este tipo de hechos y llama a los vecinos a denunciar cualquier tipo de actividad molesta que suponga infracciones de la ordenanza municipal.

Erradicar el turismo de borrachera en Baleares es un objetivo consensuado socialmente, por lo que conformarse con que se desplace de lugar no parece suficiente. Una vez decidido el cierre de los locales -con el consiguiente perjuicio a los empresarios, que ya piensan reclamar compensaciones por vía judicial- corresponde a las administraciones adoptar las medidas de control y vigilancia para que el ocio no se traslade a espacios públicos, con el riesgo añadido de rebrotes de coronavirus.

En este sentido, la Policía Local de Palma ha anunciado que destinará un total de 120 agentes a reforzar las zonas de mayor afluencia turística, mientras la FELIB -la entidad que aglutina a todos los ayuntamiento de Baleares- ha lanzado un mensaje de alerta insistiendo en que es necesario incrementar las plantillas de policías en los municipios para poder asumir los efectos de la emergencia sanitaria y combatir las alteraciones de orden público que se están produciendo.

Parece una llamada lógica que debería ser atendida, especialmente en las zonas de riesgo, ya que era hasta cierto punto previsible que la clausura de locales como lo de Punta Ballena, y el cierre obligado a las dos de la mañana del resto, supusiera un desplazamiento hacia otros lugares de quienes no se conforman con acabar la fiesta cuando mandan los decretos gubernamentales.