Bodas y Felicidad

Este 19 de octubre fui de boda, aquí en Mallorca donde vivo actualmente y todo el mundo al que le contaba que tenía boda ese día me preguntaban, ¿la de Rafa Nadal?.

Pues no, se casaba una clienta mía muy querida en el otro lado de la Isla en la preciosa Iglesia de Calvia, claramente no con tanto glamour como la de nuestro querido Rafa, pero si con mucho amor y ternura y como ocurre siempre en las bodas, rodeados de mucha felicidad, que en los tiempos que corren no viene nada mal que sea así.

Pero hablando de bodas, sinceramente hay que hablar de la de Rafa Nadal, que se ha casado con la novia de toda la vida y esto hoy por hoy, también es un gran éxito, uno más para su gran colección de éxitos .

Me hace feliz saber que, ante tanta guerra, tristezas, desórdenes políticos y económicos, todavía hay cosas que resalta el AMOR y la FELICIDAD, ya que, ¡llámenme romántica!, pero estoy convencida que lo que mueve el mundo todavía sigue siendo el AMOR.

Por AMOR con mayúsculas, nos movemos cambiamos de ciudad de residencia, de trabajos, de amigos de vida, para probar si esa persona es el Amor de nuestra vida y si podemos ser felices allá donde Cupido nos lleve.

Y, la verdad sea dicha, una persona como Rafa Nadal, al que no le faltarán pretendientas, que siga eligiendo cada mañana, a su novia de toda la vida Mery Perelló, es para ser aplaudido una vez más. Demuestra ser un hombre muy inteligente y que sabe de las cosas importantes de la vida.

Este SEÑOR con mayúsculas, de un pueblicito como Manacor, que aquellos lectores que nos leen de fuera de Mallorca tal vez no sepan que es un pueblo del interior de la isla, como cualquier otro de la España profunda, sigue manteniendo sus valores como persona y sigue siendo íntegro en todos sus actos y coherente con lo que piensa y dice.

Nada más y nada menos que un líder en todos los campos, no solo en el deportivo, sino también en el personal.

Una persona sencilla que no olvida que, cuando la fama pasa, queda el día a día y que es importante elegir a tu lado a una persona que te ayuda a crecer y que está alineada con tus propios valores personales, o de lo contrario poco podrás desarrollarte como persona.

En mi despacho de Coaching lo explico cada día a mis clientes, la persona que nos acompaña en nuestra vida, tiene que estar alineada con nuestra forma de ser y de vivir, tiene que ayudarnos a crecer y no ser un yugo a nuestras espaldas, tiene que sumar y no restar y parece que Rafa encontró en Mery Perelló eso, una persona que le ayuda a seguir hacia delante.

En la boda a la que yo acudí Inma y Biel, los novios, no tenían invitados de tanto renombre, sino un centenar de familiares y amigos íntimos, pero algo me dicen que también se casan por Amor y que si sus valores siguen alineados, como trabajé yo con Inma en mi despacho de Coaching, su matrimonio será fructífero por mucho tiempo.

Mis más sinceras felicitaciones a ambas parejas.