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El
Dijous Bo de Inca que se celebra este jueves andará huérfano de autoridades, a diferencia de años, lustros y décadas anteriores, en que los primeros espadas de la política balear corrían a situarse en los lugares de preferencia y ser vistos por miles y miles de ciudadanos llegados de toda la isla. Este 2013 será diferente.
José Ramón Bauzá, de viaje oficial a California en honor a
Fray Junípero, no hará acto de presencia. Y
Maria Salom, presidenta del Consell e inquera de pro,
justamente tiene pleno de la institución el jueves.
Fuentes de la oposición en el Consell han mostrado su "extrañeza" porque Salom "no ha cambiado la fecha del plenario. Efectivamente tocaba el jueves, dia 14, pero si nos hubiera dicho que quería pasarlo al miércoles o al viernes, u otro día, lo habríamos entendido perfectamente y lo hubiéramos aceptado sin problemas". No ha sido así, la presidenta prefiere el pleno a tener que participar en el tradicional desfile de autoridades por el corazón de Mallorca.
Según la oposición la causa de las sonadas ausencias de los primeros espadas se debe al clima "tan enrarecido" que se ha creado a raíz del conflicto del TIL. "No van porque tienen miedo a una sonora y masiva pitada después de la que han liado", aseguran dirigentes de la izquierda
Morbo en estado puroPor otra parte, hay morbo de bandera por saber qué hará el exalcalde y expresidente del Parlament,
Pere Rotger, pesonaje fiel a su Dijous Bo desde tiempos inmemoriales, pero, según se comenta, ahora muy distante de todo después de que Bauzá le exigió que abandonase la presidencia de la Cámara al ser imputado en el caso
Over Márketing. El actual alcalde,
Rafa Torres, fue desimputado en el mismo caso in extremis por el
juez Castro cuando Bauzá le estaba exigiendo la dimisión en su despacho del partido.
Rotger continua siendo diputado por lo cual, en teoría, está moralmente obligado a colocarse en la comitiva de autoridades.