Bauzá baja los impuestos
miércoles 22 de octubre de 2014, 20:46h
La decisión del Govern Bauzá de bajar los impuestos es la más clara constatación de que el Consolat ya da por superada la crisis económica y está poniendo las bases más efectivas para la recuperación. Esta reforma fiscal es valiente y decidida. Todos los ciudadanos del Archipiélago pagarán menos por el IRPF. Eso supone incentivar el tejido productivo, el empleo y el consumo. La rebaja se amplía a otros importantes impuestos, desde el de patrimonio y sucesiones al de vehículos de segunda mano. No hay mayor prueba de salud para una colectividad que la rebaja de tributos. Es también la más esperanzadora prueba de autoconfianza colectiva y la constatación de un Govern seguro de sí mismo.
No le ha resultado fácil a Bauzá llegar al actual estadio de relanzamiento de la actividad productiva. Comenzó la legislatura imponiendo duras medidas de austeridad. No tenía otro remedio. La crisis estaba alcanzando su punto más álgido y se encontró con una Comunitat Autònoma endeudada hasta las cejas y sobrecargada de gastos.
Decidió tomar el camino más impopular pero el único que le podía retomar la senda del saneamiento de las cuentas públicas: gastar lo mínimo posible, obtener todos los recursos posibles para tapar los agujeros más hirientes, ayudar a las empresas abonando las facturas pendientes y adaptar la maquinaria autonómica a los tiempos de depresión. Lo ha logrado. Sembró para recoger más adelante y reclamó paciencia.
Ahora los frutos comienzan a ser visibles. No hay que engañarse: aún queda mucho tiempo y mucho esfuerzo para alcanzar la plenitud de un tejido económico adaptado a un ritmo alto y sólido de crecimiento. Pero la convicción de que lo peor ha quedado atrás ya es una sensación compartida por la colectividad. Cada vez son más los empresarios dispuestos a contratar trabajadores y a resituarse en un mercado al alza.
Este paso adelante de Bauzá también tiene consecuencias importantes para el conjunto de España. El Gobierno central ve al Consolat como un ejemplo a seguir. Primero porque la economía balear se ha situado en punta y segundo porque la rebaja de impuestos es también el gran objetivo de Moncloa, si bien en el conjunto del Estado las dificultades son aún muy grandes y profundas.
En todo caso, Rajoy debería comprender que si llegase a Balears una mejor financiación el despegue podría ser espectacular en poco tiempo. Madrid tiene que tomar buena nota de ello. La capital ha de ser consciente de que los más potentes motores de la periferia, y en el caso de Balears también los más leales, son vitales pasa el destino colectivo de la nación.