IVA, de la reducción, al 25% más

"Es asumible", Delgado dixit, entre los alaridos del sector turístico, que clama contra una medida regresiva y destinada a frenar nuestras embrionarias posibilidades de capear el temporal económico.

Quién los ha visto y quién los ve. A los apóstoles de la reducción impositiva, a quienes bramaban contra las medidas económicas de Zapatero, a los supuestamente liberales y creyentes en la economía de mercado no les causa empacho alguno hacer todo lo contrario de lo que fue su tarjeta de presentación, de la única causa por la que ganaron las elecciones: no subir impuestos, es más, bajarlos y aplicar reglas económicas de la derecha. A este paso, sólo van a quedar verdaderos liberales en los EEUU, los europeos lo son únicamente de boquilla, de mel i sucre.

Fue un ridículo escandaloso anunciar que se lucharía por reducir el IVA turístico, para acabar reconociendo que se va a subir un 25% -son solo dos puntos, afirman-, y no lo es menos el malabarismo dialéctico de Bauzá por no hablar claro -y eso que lo hizo en castellano- y tratar de que creyéramos que iba a quedarse todo igual. Ya no les hablo de la histórica propuesta uemita -perdón por el taco- de un IVA especial que reconociera el hecho insular, porque pertenece a la paleontología balear, como los Myotragus.

Se demuestra, en fin, hasta que punto los populares están absolutamente desbordados por la situación, su incapacidad real para gobernar -nos manejan desde Berlín y, si me apuras, hasta desde Helsinki- y que los gobernantes son propensos a traicionar no ya sus promesas, sino toda su ideología en bloque, con tal de seguir gobernando.

Para que nos machacase por la retaguardia a impuestos ya teníamos a la izquierda, no nos hacía falta esta conversión súbita del Partido Popular a la economía planificada más ortodoxa desde los planes quinquenales de la URSS (que en paz descanse).

Así las cosas, Montoro y Aguiló quizás consigan cuadrar los balances, pero a costa de empobrecernos para las próximas décadas, algo que no sé si les acaba de importar, pues a menudo tengo la sensación de que poner a comandar en una empresa al contable es la mejor manera para acabar en la ruina. Es la política y el proyecto de país lo que debe mandar, no la asepsia economicista de toreros de salón que, dicho sea de paso, no sirvió de nada para prevenir la crisis y sus efectos.

Por si fuera poco, se va a dar un zarpazo mortal al comercio y a la restauración si a los trabajadores del sector público y adheridos se les priva de la paga extra de Navidad. Los reyes magos, este año, se quedan en Oriente comiendo Tikka Masala de pollo.