Fuentes financieras han confirmado que esta decisión ha sido tomada en las últimas horas y previsiblemente no se producirán cambios, aunque las
conversaciones continúan abiertas, por lo que no se podría dar el acuerdo por completamente cerrado.
En su larga historia de adquisiciones,
CaixaBank ha optado siempre por mantener su marca comercial, como ocurrió al absorber
Caixa Girona, Banca Cívica o Banco de Valencia, y se considera que es la más fuerte comercialmente frente a la de Bankia.
Las mismas fuentes han señalado que todo apunta además a que será mañana, miércoles, cuando los
consejos de administración de CaixaBank y Bankia se reúnan para dar la
luz verde definitiva a la fusión, aunque de momento éstos no han sido aún convocados.
Los consejos de administración deben validar, entre otras cuestiones, la ecuación de
canje de acciones, uno de los principales puntos de la negociación para certificar la fusión.