Para el Ejecutivo autonómico, la realización de cribados está suponiendo materializar “una labor preventiva importante", en tanto que hacen posible no solo la detección de diagnósticos positivos, sino también la rotura de la cadena de transmisión del virus en otras personas. Concretamente, en el caso de Baleares, unos 50.000 ciudadanos, de acuerdo a los datos facilitados por la Conselleria de Salut i Consum, han tomado parte en las 18 convocatorias de cribado que se han realizado hasta el momento, y que se han diversificado entre diversos municipios de las islas.
El criterio aplicado para la obtención de los resultados en estas acciones de cribado consiste en efectuar a los presentes un primer test de antígenos y, en caso de obtenerse un resultado positivo, se lleva a cabo un segundo test de PCR para confirmar el diagnóstico.
Sin duda, los cribados más masivos han tenido lugar en Palma. Uno de ellos se desarrolló a principios del mes de enero en la zona básica de salud Son Serra-La Vileta, con un censo de más de 27.000 personas que recibieron la correspondiente citación por parte de la Administración autonómica. Cabe recordar que la participación en los cribados está restringida a la población mayor de 16 años.
En esos momentos, esta área geográfica de la capital balear era una de las que mayor incidencia de Covid presentaba en el conjunto del archipiélago, con una tasa que al inicio de 2021 superaba los 922 casos por cada 100.000 habitantes.
Siguiendo criterios organizativos, la zona se dividió en dos sectores: uno de los cribados se llevó a cabo en los barrios de Son Roca y Son Ximelis, y el otro en el resto de núcleos, entre ellos Son Rapinya, Son Xigala, So n’Anglada, Son Pacs, Son Peretó y Son Flor.
También la Zona Básica de Salud de Rafal Nou acogió, a finales del mes de diciembre, la visita de los técnicos sanitarios para la puesta en marcha de las correspondientes sesiones de cribado. Las citaciones fueron enviadas, en este caso, a casi 20.000 residentes distribuidos entre Rafal Nou y, parcialmente, los barrios de Rafal Vell y es Vivero.
CRIBADOS EN LA PART FORANA
En cuanto a la part forana de Mallorca, los cribados se han desarrollado en municipios como Manacor y sa Pobla (ambos fueron objeto de medidas de cierre perimetral en su momento), además de Sóller, Muro, Lloseta e Inca.
En Sóller, el operativo de detección fue habilitado en el polideportivo Son Angelats, entre el 16 y el 20 de diciembre, y se asignaron los turnos de cribado en función de los colegios electorales de los residentes, si bien se reservaron dos días (sábado y domingo) para aquellos ciudadanos que no tuvieron ocasión de acudir a la cita que les correspondía.
Muro y Lloseta, por su parte, compartieron las mismas fechas de programación de las sesiones. En el primer caso, el lugar elegido para efectuar las pruebas fue el polígono industrial, mientras que en Lloseta los técnicos sanitarios se instalaron en las dependencias del polideportivo municipal.
En cuanto a sa Pobla, el cribado contó con la intervención de 25 profesionales de Atención Primaria y se desarrolló bajo la supervisión de la central de coordinación de Covid 19. Las pruebas se realizaron en un recinto situado en la carretera de Pollença, cerca de las dependencias del centro de salud Torrent de Sant Miquel.
La Conselleria de Salut i Consum destacó la formidable respuesta de los vecinos de sa Pobla a las citaciones cursadas por el departamento autonómico. Tanto fue así que los días inicialmente destinados al cribado tuvieron que ampliarse en otras dos jornadas con el objetivo de acoger a los numerosos residentes que acudieron al llamamiento de los responsables sanitarios en un momento en el que sa Pobla se hallaba en plena aplicación de la medida sobre cierre perimetral y con importantes restricciones que afectaban tanto a la movilidad como al normal funcionamiento de la oferta comercial.
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PREOCUPACIÓN POR LA TASA DE INCIDENCIA
Más allá de los resultados obtenidos en los cribados, la evolución de la Covid en Baleares continúa siendo motivo de preocupación. La incidencia acumulada actualizada este pasado viernes por parte del Govern alcanza los 628 casos por 100.000 habitantes, si bien la relativa mejoría en Mallorca y la tendencia a la estabilidad en Menorca contrastan con los datos de las pitiusas, donde Formentera ya se halla, a partir de este sábado, en fase 4 de máximo riesgo con refuerzo de las medidas de restricción, mientras la tasa en Ibiza ya se ha disparado hasta los 2.215 diagnósticos positivos por cien mil habitantes a 14 días.
Así lo explicó tras la reunión del Consell de Govern que aprobó el cambio de fase y la continuidad del cierre perimetral en Formentera, la portavoz del Ejecutivo y consellera de Presidència, Pilar Costa. La representante del gabinete autonómico dio cuenta también de que la incidencia acumulada a 7 días en Baleares es de 281 casos por 100.000 habitantes y la tasa de positividad de la última semana se sitúa en el 8,56 por ciento.
Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, Costa subrayó que esta situación epidemiológica "provoca tensión en el sistema sanitario y supone una carga para los profesionales sanitarios, que ya llevan meses soportando esta situación”, la cual, según la portavoz del Govern, es especialmente grave en el hospital ibicenco de Can Misses.
En Mallorca, la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 359 casos por cada 100.000 habitantes y a 7 días de 152 casos, con una tasa de positividad del 6,81 por ciento en la última semana.
En este sentido, Costa confirmó que se aprecia "una disminución de la incidencia en Mallorca”, pero descartó cualquier tipo de triunfalismo y formuló “un llamamiento a la prudencia y la responsabilidad, porque la incidencia sigue por encina de 350 y no puede existir ninguna relajación o flexibilización".
De hecho, en la mayor de las islas del archipiélago las medidas duras de contención de la Covid, con el cierre de los establecimientos de restauración incluido, proseguirá durante, al menos, otros quince días.